En la Mira / Héctor Estrada
***Agustín Bonifaz, el infiltrado de Melgar en el PRD
Lo que actualmente sucede con la Secretaría de Finanzas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Chiapas y su controversial titular, Agustín Bonifaz Herrera, es ejemplo claro del cinismo político que tanto abunda en la entidad chiapaneca. Y es que, el cuestionable accionar de este personaje, su vinculación pública con la campaña de Luis Armando Melgar y las serias denuncias en su contra por presunto abuso de autoridad y malos manejos financieros lo tiene hoy nuevamente en el “ojo del huracán”.
A costa de chantajes y presiones de grupo, Bonifaz Herrera se ha enraizado en la nómina del Comité Estatal del PRD desde hace algunos años. Es un personaje ya muy conocido dentro de las denominadas “tribus perredistas” por su capacidad para desestabilizar y negociar a costa del partido a fin de acceder a beneficios exclusivamente personales. Nada fuera de lo común entre la clase política chiapaneca, pero en el caso de Agustín el descaro es francamente sorprendente.
Pese a ostentar el cargo de Secretario de Finanzas dentro del PRD estatal, con todas las obligaciones estatutarias que conlleva, actualmente Bonifaz Herrera recorre el estado en plena campaña a favor del senador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Luis Armando Melgar Bravo. Ha ofrecido al “senador verde” la posibilidad de entregarle la candidatura amarilla al gobierno de Chiapas, en caso de que no lograra hacerse de la postulación por el partido verde, a cambio de su apoyo estatal y federal para alcanzar la dirigencia del PRD en la entidad.
A través de la organización Movimiento Nacional de la Esperanza (por cierto, también afiliada al PRD), se ha encargado de elaborar una estructura estatal electoral a favor de Melgar Bravo. Ha tomado protesta como coordinadores municipales de dicha agrupación a personas estrechamente ligadas al senador chiapaneco, como es el caso del coordinador de “Casa Melgar” en Mapastepec, Emanuel Noriega Molina, que en septiembre pasado fuera designado por el propio Agustín Bonifaz como coordinador del Movimiento Nacional de la Esperanza en ese municipio.
Pero el asunto va más allá. Sin el menor de los empachos, el mismísimo Agustín Bonifaz ha hecho presencia en los eventos proselitistas de Luis Armando Melgar. El caso más escandaloso sucedió el pasado 9 de febrero cuando el secretario perredista anunciara en pleno acto público que respaldaría políticamente la candidatura de Melgar Bravo, poniendo a su disposición las estructuras perredistas de municipios como Mapastepec, Villa Comaltitlán y Tuzantán.
La gravedad del caso es que se trata de un secretario del Comité Ejecutivo Estatal, responsable de manejar los recursos financieros del partido. No es un tema menor. La violación a los estatutos del PRD es flagrante y tiene como pena calificada la expulsión del mismo. Es un procedimiento que deberá aplicarse sin que tiemblen las manos, pues se trata de prerrogativas y recursos públicos que podrían estar siendo utilizados por este personaje para fines ajenos a los estipulados.
Y es que, las acusaciones contra este turbio perredista son innumerables. Hace sólo unos días fue denunciado por jóvenes a quienes presuntamente había contratado (bajo promesas de trabajo) para realizar diversas tareas proselitistas, y que al final de cuentas fueron despedidos y abandonados lejos de sus lugares de residencia sin recibir explicación alguna. A lo anterior se suman los señalamientos sobre abusos de autoridad y malos manejos financieros que desde hace años pesan sobre su persona.
Más allá de los conflictos internos para hacerse de la dirigencia estatal del PRD, Agustín Bonifaz debe enfrentar lo antes posible una profunda investigación sobre su desempeño al frente de la Secretaría de Finanzas del partido amarillo; además de un inmediato proceso de destitución o expulsión por servir de manera cínica al partido gobernante en Chiapas y uno de sus posible candidatos; todo desde un partido que se supone oposición y con recursos públicos que peligrosamente podrían estar ya a disposición del candidato verde… así las cosas.