César Trujillo / Columna

Código Nucú  / César Trujillo 

El intento de agandaye del senador Gil Zuarth 

El Frente Ciudadano por México en Chiapas avanza a botepronto entre el jaloneo de intereses y el descontrol que generan algunos grupos. Sin embargo, en esa búsqueda de la definición de sus actores políticos que pueden representarlo, y la consolidación de sus estrategias para afrontar los retos de los 

comicios rumbo al 2018, hay ya quienes elevan la mano sin tener un trabajo previo y se sienten merecedores a la “sucesión gubernamental” por el sólo hecho de emitir posturas mediáticas sin trascendencia.

Esto debe saberlo perfectamente el senador del Partido Acción Nacional (PAN), Roberto Gil Zuarth, quien, primero, criticó el supuesto “populismo” con el que se formaba esta alianza para luego hacer énfasis en que la realidad de la democracia en México estaba agotada y que a ésta solo puede salvarla un gobierno de coalición (como dice una cosa dice la otra). No sé, confieso, si un gobierno de coalición sea la medicina requerida en Chiapas, pero sí sé que cada que se presenta la antesala de los comicios (lo hizo igual en el 2015) el legislador blanquiazul (que se cree más chiapaneco que el pozol cuando ni a pararse a la entidad viene) busca mover sus piezas y alianzas para ver qué raja saca del momento que se vive.

Si el Frente Ciudadano por México en Chiapas busca generar empatía en el electorado, la experiencia lo subraya, lo que menos requiere es dar paso al arribismo de políticos que no han hecho nada por la entidad y que ocupan puestos de suma importancia para servir a intereses de otros, menos a los del ciudadano. Gil Zuarth, el férreo defensor y uno de los artífices de la creación y aprobación de la Ley de Seguridad, el mismo que considera que hay más prejuicios que argumentos técnicos en contra de ésta, representa a la ultraderecha y sus intereses siempre van a ser en defensa y respaldo a los poderes fácticos, sin quitar de en medio su entreguismo al gobierno en turno.

Digo, pues, que el legislador que dice ser oriundo de Villaflores, aunque es más chilango que los peceros, no consideraría pasar a dar respaldo a la ciudadanía y renunciar a los privilegios que el clasismo mexicano le ha regalado, ¿o sí? Su actuar es tan superficial como ese señalamiento que hiciera el 3 de noviembre al periódico El Financiero sobre la futilidad de discusión que existe en la Cámara Alta, a la cual pertenece. Por eso es risible que ahora que ve que el Frente en Chiapas intenta avanzar, y que tiene ya palomeados algunos nombres, él levante la mano y salga como aquellos hijos insensatos de los reyes de la época antigua a reclamar tronos por los que no ha peleado.

¿Qué podría otorgar al Frente Ciudadano por México en Chiapas un personaje aburguesado como Gil Zuarth?, ¿qué representa para Acción Nacional en la entidad su figura como legislador, más allá del espacio en la curul, cuando se ha mostrado apático a todo y su participación (si existe como tal) es como la de los laboratoristas que ven los experimentos detrás de los cristales? Si el Frente piensa dar batalla “honrosa” (y no hablo de la credibilidad de los institutos políticos, sino simplemente de la participación en las precampañas, campañas y la elección) no requiere sólo de la suma de tres colores, sino que requiere de un candidato que pueda sumar. Ojo: partiendo de la premisa de que sólo a través dela unidad y de los acuerdos se pueden alcanzar las cosas.

De imperar la sinrazón y privilegiar compadrazgos, o dejar que la dedocracia se imponga, todo estará perdido desde antes. En la nacional, aunque a todas luces se considere un acto de simulación, los representantes del Frente han marcado su rechazo a la Ley de Seguridad, por ejemplo. En cambio, el panista la defiende a capa y espada, como la defienden los priistas que argumentan posturas que todos sabemos no son ciertas del todo.

Porque más allá de que todo tenga que ver con López Obrador según Morena, dicha ley debería ser analizada muy de cerca con el incremento de desplazados que está arrojando la minería y la inconformidad de los pueblos ante el despojo de manos del mismo Estado (dicho está).

Por lo pronto, no perdamos de vista al senador panista y sus deseos de, ahora sí, mostrar que se chiapasiona y que puede ser el arroz de todos los moles o de todos los cochitos, con eso de que quiere ser chipaneco en elecciones. ¡Bah!

Manjar

Ayer José Alberto Ojeda Parada, líder del Movimiento Nacional Indígena AC, acuerpado por otras organizaciones sociales de Chiapas, en conferencia de prensa, hizo manifiesta su preocupación por los bajos índices que ocupa la entidad en rubros como educación, salud, la vejación sistémica a los derechos humanos y el crecimiento de la pobreza. Expuso que dicho movimiento busca constituir un frente de organizaciones que impulse e incida para buscar mejorarlas políticas públicas. ¡Ya veremos! #LaUnidadLograBuenosResultados // La recomendación de hoy es el libro Roma: El Mito Político de Florencio Hubeñak y el disco Bueninvento de Julieta Venegas. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte.. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.