Código Nucú / César Trujillo
¿Demagogia o “control” gubernamental?
A la fecha, tan sólo el 35 por ciento del recurso que deben recibir los institutos políticos en Chiapas les ha sido entregado por el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC). Esto en cuanto a los meses de enero y febrero de este año, y pese a que es año electoral. Apenas el viernes de la semana pasada, en conferencia de prensa celebrada a las 15:30 horas, el consejero presidente, el doctor Oswaldo Chacón Rojas, había advertido que de no ministrarse los recursos por parte de la Secretaría de Hacienda del estado las elecciones, que están a la vuelta de la esquina, podrían estar en riesgo. Sí, tal y como se lee.
Los adeudos del IEPC a los partidos a forjado una triada de descontento en donde éstos le reclaman al instituto y éste mantiene una lucha legal para que la dependencia estatal les libere el dinero que por ley les corresponde. En respuesta, el Ejecutivo lanza el silencio y los oídos sordos: pan nuestro de cada día. El secretario de Hacienda olvida que ese recurso proviene de una fórmula contenida en la Constitución y acuerpada por la Ley General de Partidos Políticos, y que lo que hacen es una violación y la muestra más clara de que al gobierno de Manuel Velasco Coello la democracia le importa poco..
¿A qué juega, entonces, el Poder Ejecutivo al no autorizar liberar el recurso que ya está etiquetado y que debió ser entregado en tiempo y forma al IEPC para que éste, a su vez, lo distribuya acorde a los montos que le corresponde a cada partido político? La respuesta es simple: al control y nada más. Porque más allá de esa demagogia en la que se hablaba de reducir los montos que les corresponde a los institutos, en la que se sabía que era anticonstitucional la propuesta y aun así los verdes desde el Congreso local intentaron mostrar su lado humano, demasiado humano, nadie ha tomado cartas en el asunto y han puesto las elecciones 2018, donde se juega mucho, en riesgo, cosa que no se había visto años atrás.
Desde el año pasado en que quisieron trepar el tema de la reducción del dinero a los partidos y usaron eso como bandera para agarrarse de una tragedia como la de los damnificados, cuya magnitud permitió a los políticos mantenerse en los reflectores (aunque en el fondo no hagan nada y los dejen en el abandono), se había ya puesto en tela de juicio y como tema de discusión en las mesas si era viable o no esta intentona. La verdad era tan simple como conocer la Constitución y darle una leída a la Ley General de Partidos Políticos que prohíben a los institutos usar los recursos para fines no partidistas. Punto y final.
Ahora, la apuesta es otra y parece llevar el sello del desinterés que ha sido el estandarte principal del gobierno en turno que es emanado del Partido verde Ecologista de México (PVEM). Porque si algo caracteriza al gobernador y a su equipo es esa capacidad de desentenderse de todo. Por algo el estado se encuentra sumido en la ingobernabilidad, sin paz social, con la lucha constante de los diferentes sectores por ser escuchados y atendidos, sin el conocimiento del Estado de Derecho, y con la larga lista de damnificados económicos que ha arrojado este sexenio: el peor de todos los tiempos, aseguran muchos.
Lamentable que a casi finalizar su sexenio, Manuel Velasco Coello siga inmerso en una burbuja donde queda en manifiesto no sólo la inoperancia de su mandato, sino que esa hipótesis del control a través de la retención de los recursos siga siendo su principal método. Eso sí, ahora sin importarle que, en esta ocasión, los comicios estén en riesgo. Si bien es cierto que la sociedad ve con recelo el financiamiento a los partidos políticos, porque hay que decir que se les acusa de mantener doblegada la democracia y vetan la participación de los ciudadanos en la política, no es el Ejecutivo el encargado de querer controlar las elecciones con estas técnicas de manipulación que lo único que terminan haciendo es abanderando que el dinero ilícito se filtre de manera más fácil.
Manjar
Si se quiere encontrar la veta del origen del desfalco del Colegio de Bachilleres de Chiapas (Cobach), simplemente se deben buscar los expedientes que guardan el comportamiento de quienes estuvieron en el sexenio del exgobernador Juan José Sabines Guerrero. Sólo con él fueron más de mil millones de pesos los que se desviaron, según propios extrabajadores. Curiosamente la Auditoría Superior de la Federación también en esa fecha hablaba de desfalcos, pero por arte de magia todo se ha solventado. Lo mismo pasó cuando el gobernador Manuel Velasco puso a Pulido en donde se habla de otro desvío millonario. Hoy se acusa a Bielma y se habla de auditorías. Ya veremos en qué termina todo esto. Lo que sí es cierto es que todo culminará en otro carpetazo. #CaceríaDeBrujas // La recomendación de hoy es el libro Trilogía de la violencia de René Morales y el disco Home de Blue October. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.
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