César Trujillo / Columna

Código Nucú / César Trujillo

*** Los hilos de Manuelovich  

Los acuerdos cupulares hoy son un hachazo a la dignidad de la democracia y una carcajada tácita en la cara desencajada de la militancia que ve sus sueños deshacerse en la incertidumbre. Morena, la esperanza en Chiapas, es el ejemplo más claro con la anunciada ya designación de candidatos a diputaciones federales por el principio de mayoría relativa, así como los que van a buscar ser presidentes municipales y que son producto de canonjías o pactos. En ambos, los hilos del gobernador de estado, Manuel Velasco Coello, están bien marcados y muestran su mediación e intrusión en las decisiones partidistas de lo que se creía iba a ser un proyecto diferente.

Manuelovich, desde el Poder Ejecutivo, inmerso en la burbuja que le impide oler el miedo y que le bloquea la ingobernabilidad que aplasta a Chiapas, trae pactos con todos los dirigentes estatales de los institutos políticos que estarán compitiendo en los comicios 2018, y que se han cuadrado a lo que en la aldea se ordene. Bajo esta premisa, el góber sigue metiendo cartas al juego sin importar que éstas generen un desconcierto y un malestar que, a la larga, terminará pasando sus facturas y que ya se ve manifiesta en las redes sociales (aunque sean tan sólo como válvula de escape), donde los militantes han puesto en tela de juicio la forma tan burda y cínica en que se están dando las designaciones.

No, Morena no está dando cabida a sus mejores cuadros y esa es una realidad que podremos analizar una vez pasadas las elecciones. Reciclar políticos de otros espacios y dejar fuera a quienes sí ponderan los principios del partido no significa, aclaro, por nada del mundo, lo mismo. En cambio, sí se están privilegiando los mismos intereses que se criticaron severamente y que forman parte, incluso, de la cualidad discursiva del mismo líder nacional Andrés Manuel López Obrador. Vea la lista de los 12 candidatos a diputados y saltan varios nombres que son identificados ipso facto con Manuel Velasco, quien ha tenido como principal error el no saber “negociar” y mostrar una iniciativa de acaparar todo: al grado de tener a Chiapas hoy sin Estado de Derecho, sin desarrollo económico y con un ingente índice de corrupción e impunidad que han permeado cada espacio.

Ver en Morena a una mujer que es sindicada de promover el acarreo y haber sido partícipe en el fraude del 2015, donde el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) rompió las reglas no escritas de la política, es un absurdo que muestra una realidad dolorosa para quienes ponderaban un futuro diferente en el 2018 (el Distrito 9 sabe de ello). Es más, el mismo rumor de que existe un acercamiento o un coqueteo del líder de Encuentro Social, Maya De León Villard, con la exalcaldesa panista de Tuxtla Gutiérrez, Victoria Rincón, es muestra de ese reciclaje y esa ambición de poder tener injerencia (y prebendas) en quienes lleguen sin importar el qué dirán.

Sé perfectamente que cada gobernador, antes de irse, busca dejar en puestos estratégicos a gente que le sirva lealmente (si la lealtad sigue siendo cultivo en este sexenio que cabalgó en un sinnúmero de errores). Pero las reglas que se ponderaron en el pasado hablaban de una intentona de equidad: ganar-ganar, dicen que se le podría llamar o al menos cero broncas. Hoy, el gobierno de Velasco carga como peccata minuta no sólo la soberbia con la que se han tomado las decisiones, sino la indiferencia brindada al pueblo que hoy ve en el PVEM el enemigo a vencer.

Sin embargo, ¿cómo vencer a quien siendo el objeto de culpa, el generador de problemas, es, a su vez, el titiritero, el que mece la cuna y el que tiene en sus manos una madeja de hilos que recorre los laberintos de la política en la entidad como Teseo al buscar asesinar al Minotauro? Difícil, muy difícil poder hablar de cambios, de un futuro promisorio, de una realidad diferente, cuando los culpables siguen siendo los que palomean y quitan, los que imponen y juegan a contar historia sobre lo que pudo ser la democracia y nomás no es.

Manjar                                                          

Desde su arribo a la Secretaría de Educación, Eduardo Campos, ha estado al tanto de todos y cada uno de los sectores que se han acercado a buscarlo. Imprimir un rostro humano a la dependencia es uno de los objetivos que se están llevando a la práctica, según sé por boca de quienes está ahí laborando. No me extraña el por qué entonces le han tirado duro y a la cabeza. Siempre que alguien llega con iniciativas nuevas, con ganas de mejorar las cosas, aparecen las voces críticas. Es muy pronto para juzgarlo por su trabajo cuando apenas acaba de asumir el puesto y cuando está acomodando las piezas para que el engranaje marche solito y genere los resultados esperados. El tiempo mostrará los aciertos que vendrán. Lo conocí al frente de la Subsecretaría de Educación Federalizada y tuve la oportunidad de llegar a hablar de poesía con los profesores en ese mismo espacio. A Eduardo se le debe juzgar por sus actos y para eso, en su nueva encomienda, falta un rato. #CámaraNoMeAgüito // Mi abrazo inquebrantable desde estas líneas a mi querida Selene Álvarez por la irreparable pérdida de su señor padre. Espero, de corazón, que pronto la resignación los alcance, y los ayude.  // La recomendación de hoy es el libroMacario de Bruno Traven y el disco Human Clay de Creed. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

                                             

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

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