César Trujillo / Coumna

Código Nucú / César Trujillo 

*** El ombudsman de Velasco

La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) es una oda a la imposición a la que arriban personajes a modo y serviles para el Ejecutivo y un refugio para quienes han demostrado lealtad al gobernador. He ahí que la llegada de Juan José Zepeda Bermúdez, quien antes era coordinador de Gabinete del Gobierno del Estado y ahora estará cinco años en el puesto, es la muestra más clara de esto que señalo. Ya antes lo habían hecho con Juan Óscar Trinidad Palacios a quien refugiaron en el Poder Judicial del Estado sin importar todos los señalamientos por vejaciones y omisión.

Así, el nuevo ombudsman, desde su nombramiento, dejó muy en claro la línea que iba a perseguir. Por algo destacó que era de suma importancia “laborar en un solo equipo para fortalecer con visión de largo plazo el legado que construye Manuel Velasco en todos los municipios y cumplir los compromisos adquiridos en campaña”. ¿Legado? ¡Caramba! El chiste se cuenta solo. Porque Zepeda Bermúdez no es más que otro trabajador del Ejecutivo, otro personaje sometido a las voluntades del poder y que no representa nada para la ciudadanía que seguirá viendo vejados (como hasta ahora), de forma sistémica, sus derechos humanos.

Su llegada a la CEDH no es gratuita y eso lo sabemos bien. Ser incondicional al gobierno de Manuel Velasco le ha dado ahora este puesto y la oportunidad de meterse a la bolsa, por su obediencia, más de 150 mil pesos mensuales. No por algo mostró que es un buen solapador, un excelso alcahuete, cuando se trató de encubrir el despilfarre de dinero tras la llegada del papa Francisco en donde aseguró a Proceso, el 23 de febrero del 2016 en una entrevista, que “todo lo erogado fueron recursos públicos previstos en el presupuesto del 2016 que sólo se ‘reorientaron’ para este evento especial” y descartando que se tratara de un gasto extraordinario, aunque así fue.

Si analizamos el aspecto de la autonomía, como una de las características que debe cubrir el ombudsman, Zepeda queda muy lejos de ésta y ya no digamos si se trata de ponderar la imparcialidad, o bien, el principio de ser un hombre apolítico y apartidista, ¡uff! Menos aún en cuanto a la experiencia en defensa de los derechos humanos o en ser un férreo defensor de las garantías individuales. No cabe duda que, nuevamente, la CEDH ha sido prostituida y usada como botín político para que algunos sigan teniendo ingresos y las canonjías que el propio sistema les ha regalado por su servilismo y su forma tan burda de actuar.

Lo he dicho y lo repito: lo que más daño le ha causado a las instituciones es el nombramiento de personas que no encajan en el perfil, que son simples profesionistas o que son producto del reacomodo de piezas en el gabinete (como ahora sucede). Porque si bien Zepeda ha estado dentro de la administración pública desde 1994, los puestos que ha desempeñado no son garantía para entregarle la Comisión Estatal de Derechos Humanos y que ésta siga siendo simple botín político en donde se distribuyen puestos al por mayor y desde donde se tuerce la ley a favor de los intereses que el poder decida.

Había nombres de más peso y de mayor congruencia moral dentro de los aspirantes como para imponer a un personaje gris y parco cuyo máximo mérito ha sido su silencio y la protección de los intereses de Velasco Coello. De nuevo dejan indefensos nuestros derechos y estamos condenados a que se privilegie y se le dé el respaldo a los opresores. El análisis del pasado y el andar del nuevo ombudsman nos irá dando la razón conforme vayamos desmenuzando cada uno de sus actos en sus 24 años al servicio del poder. 

Manjar 

Ayer el doctor Óscar Gurría dio un mensaje que puede interpretarse como una simple orden que llegó desde arriba para que dijera que, aunque ya lo bajaron del puesto al Senado que le habían prometido y que considero le correspondía, no está “inconforme”, y que, por ende, llamaba a la militancia del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a acatar las decisiones cupulares. Algo así como que aceptando que aunque le vejaron sus derechos dentro del partido, pues con el premio de consolación en Tapachula le bastaba como muestra de buena fe. Sí, es pura estrategia y forma parte de ese mismo modus operandi que se critica desde esa izquierda que es más derecha que saber qué.. Pierden otros, claro, Gurría, aunque el trozo de carne sea menor, comerá gustoso por un tiempo. Tirarle al cielo para bajar aunque sea un pedazo de estrella siempre funciona. #MásDeLoMismo //La recomendación de hoy es el libro Breve historia de la Revolución mexicana de Jesús Silva Herzog y el disco No Code de Pearl Jam. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer. 

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

Contacto directo al 961-167-8136

Twitter: @C_T1

Mail: palabrasdeotro@gmail.com