Adolfo Abosaid
El próximo 6 de junio de este año, Chiapas tendrá una nueva jornada electoral en el que se renovarán mil 654 cargos de elección popular entre ayuntamientos y Congreso Local; sin embargo, previo a esas fechas los servidores públicos, funcionarios, legisladores o diputadas hacen los “movimientos profesionales” que creen correctos para continuar con sus aspiraciones políticas, estas acciones son legítimas pero a su vez mal vistas por parte de la población.
En la actual Legislatura, que inició sus actividades el 1 de octubre de 2018, se pueden encontrar varios ejemplos de cómo las diputadas que iniciaron bajo el respaldo de un partido, hoy trabajan en oficinas que pertenecen a otros institutos y se preparan para estar, de nueva cuenta, en los escenarios electorales venideros.
En ese sentido, las más recientes renuncias que se han presentado al interior del Congreso del Estado permiten concluir que ocho diputadas y dos legisladores dejaron los partidos políticos que los llevaron al poder, y hoy militan en otras filas para tratar de alcanzar nuevas aspiraciones en este 2021.
Los movimientos comenzaron hace unos meses, para ser exactos en abril de 2019 cuando dejó el cargo Eduardo Zenteno Núñez; por el mismo Partido Verde Ecologista de México (PVEM) llegó Omar Molina Zenteno para representar el Distrito 8. Este legislador hoy forma parte de Podemos Mover a Chiapas (en el intermedio se declaró independiente), instituto que sólo cuenta con él y con una diputada adicional.
La actual Legislatura tiene una característica importante, la mayor parte de las curules están ocupadas por mujeres (26 diputadas), sin embargo, esto no las ha exentando de que sean ellas las que más movimientos han tenido en estos dos años de trabajo.
La legisladora Dulce Gallegos Mijangos (quien llegó al cargo por la vía plurinominal) comenzó sus actividades bajo las siglas de Podemos Mover a Chiapas pero, con el paso de los meses, renunció a dicho instituto y hoy forma parte del PVEM.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), por ejemplo, inició funciones en el Congreso con cinco curules; las diputadas Flor de María Guirao Aguilar se cambió al PVEM, mientras que su homóloga Aida Guadalupe Jiménez Sesma se declaró como legisladora independiente, argumentando que en el “tricolor” sólo se hacen acciones de simulación.
Los cambios no pararon, las decisiones que sorprendieron a propios y extraños fueron las que realizaron las legisladoras Nairobi Ojeda Arellano y Patricia Ruiz Vilchis, quienes estaban bajo la representación del Partido del Trabajo (PT), dicho instituto tenía ocupadas cinco curules en el Congreso, pero hoy se ha quedado sólo con dos espacios. Las legisladoras antes citadas forman parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido más “fuerte” en estos momentos.
Aunque la página oficial del recinto legislativo mantiene a Eduwiges Cabañez Cruz como diputada del PT, dicha legisladora asumió el cargo de titular de la Secretaría de la Mujer en el Comité Directivo de Fuerza por México, un instituto de nueva creación y de alcance federal.
En el caso de la diputada local, Janette Ovando Reazola, se informó que durante el 2020 fue expulsada de Acción Nacional (PAN), aunque en el sitio oficial de la 67 Legislatura aún aparece registrada bajo las siglas del “blanquiazul” por la vía plurinominal. Se le suma que Iris Adriana Aguilar Pavón dejó Chiapas Unido para alistarse por un espacio en el PRI.
Hasta el momento, estas son las legisladoras que decidieron cambiar de partido político por razones personales o profesionales. Lo más reciente en el Congreso Local fue la licencia avalada para Juan Salvador Camacho (legislador por Morena), quien dejó el puesto pero sigue en el mismo partido.