A ESTRIBOR / Juan Carlos Cal y Mayor
*** Liberales y conservadores
La etiqueta de “derecha” o de “neoliberales” se suele atribuir a quienes tienen ideas liberales, pero también conservadoras. En realidad, se trata de conceptos distintos, aunque coinciden básicamente en cuanto al papel del estado en la sociedad y en la economía, entre el estado adoctrinador y quienes defienden el derecho de conservar sus creencias y tradiciones. Quienes desean más sociedad y menos gobierno.
*LOS PROGRES*
Por el contrario, la izquierda suele ahora sostener ideas llamadas progresistas, aunque el marxismo históricamente ha sido abiertamente contrario a ellas como ha sucedido con los regímenes totalitarios. Rusia, China o Cuba han sido brutalmente conservadores y han proscrito las libertades por considerarlas nocivas al modelo utópico y uniformador de una sociedad igualitaria.
*DEMÓCRATAS Y AUTORITARIOS*
Una diferencia sustantiva es que los liberales son esencialmente demócratas a diferencia de las izquierdas que una vez enquistadas en el poder se tornan en autoritarias y dictatoriales. Ese tipo de izquierda no es demócrata porque no admite la pluralidad de ideas que atentan contra su visión hegemónica con sesgos fascistas.
La rebelión bolchevique, las revoluciones maoísta, castrista o chavista, persiguieron y eliminaron toda forma de disidencia. No admitieron ni admiten la libertad de expresión ni la libertad de prensa. No hay división de poderes, no hay libertades, no hay contrapesos al poder y aun así hay quienes las defienden.
*LIBERTAD ECONÓMICA Y VALORES TRADICIONALES*
La izquierda insiste en revolver los temas económicos y lo moral. Así es como les conviene. Los liberales y los conservadores deben separarlos. Los liberales defienden la libertad del mercado y la propiedad privada como medio para la prosperidad.
Los conservadores defienden el derecho a la vida, se oponen a la legalización de la marihuana, el feminismo radical, el lenguaje inclusivo y el libertinaje sexual más allá de la privacidad y su inclusión adoctrinante en la educación pública. Defienden el derecho a conservar sus valores morales y conciben a la familia tradicional como eje de la sociedad.
La izquierda abraza las ideas progresistas y ha construido una narrativa que asocia a las ideas contrarias como parte de un modelo “heteropatriarcal, xenófobo, racista, clasista y capitalista” lo cual resulta atractivo a ciertos sectores de la sociedad.
*FABRICANTES DE POBRES*
Lo cierto es que más allá de las distorsiones ideológicas o morales, el estatismo económico se ha convertido en un fabricante de pobres a los que multiplica exponencialmente. Por el contrario, la libertad económica se ha convertido en sinónimo de desarrollo en los países que gozan de ella. No es el conservadurismo lo que genera prosperidad. Tampoco son las ideas progresistas las que generan pobreza.
Cuba, Venezuela y Corea del Norte se encuentran entre los países más pobres del orbe gracias al socialismo o estatismo económico mientras que Nueva Zelanda, Canadá, Australia, Reino Unido y Canadá por citar ejemplos, se encuentran entre los países más desarrollados, con más libertades y mejor calidad de vida.
*EL ENGAÑO*
Así que no hay que caer en el engaño de quienes promueven y dicen defender las libertades bajo la bandera de las ideas progresistas al mismo tiempo en que implementan modelos estatistas con consecuencias ruinosas en lo económico y lo social.
En esa pugna se encuentra enfrascada América Latina en contubernio con las dictaduras socialistas que promueven la desestabilización en la región para enquistarse luego en el poder. Que aplican el mismo decálogo desde el foro de Sao Pablo.
Castigan la riqueza. La distribuyen en apoyos sociales. Inhiben la generación de empleo. Gastan más de lo que ingresan. Generan inflación y endeudamiento. Atacan la libertad de prensa. Someten a los demás poderes.
Los tiranos necesitan cómplices para sostenerse en el poder escudándose en la soberanía. Asumen encarnar al pueblo. Se inventan siempre enemigos y tienen la misma verborrea discursiva. Repiten los mismos fracasos cuando llegan al poder.