MARCO ANTONIO ALVARADO / Noticias
Niñas originarias de las comunidades indígenas de Oaxaca y Chiapas son empleadas en burdeles del norte de México debido a costumbres como el casamiento con hombres mayores, aseguró la directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, Teresa Ulloa.
El fenómeno ha sido documentado en un reciente informe de la Comisión Binacional de Salud de la Frontera Norte, que las ubicó, principalmente, en las ciudades de Tijuana y Ciudad Juárez.
Dijo la activista que al menos 630 menores encontradas por esta comisión, relataron ser originarias de comunidades de Chiapas y Oaxaca, quienes fueron entregadas a hombres mayores debido a que persiste la práctica de las “niñas novia o niñas esposas”.
Como parte de los usos y costumbres que aún practican las comunidades indígenas, puede darse este casamiento con la promesa de obtener algo a cambio; sin embargo, en muchos casos son forzadas a prostituirse en los estados del norte, aunque se desconoce la gravedad que ha alcanzado este problema.
El casamiento de mujeres indígenas menores de edad, debe terminar, dijo Ulloa, quien lamentó que esta situación esté particularmente arraigada en los estados más pobres del país, lo que condena a cientos de mujeres a una vida de sometimiento y abuso sexual.
La gravedad del problema radica en que son usadas para actividades lacerantes en Ciudad Juárez y Tijuana, pero de ampliarse el estudio, podría ser aún más grave el destino que tienen muchas de ellas, reconoció.