Código Nucú / Columna

Código Nucú / César Trujillo

ERA, Albores y la traición que se avecina

La no disolución de la coalición “Todos por Chiapas” que conforman los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal) es el mensaje de que las cúpulas siguen ponderando los pactos nacionales y la advertencia de que éstos no se sujetan a presiones locales. Sin embargo, mantener al tucán “alineado” no es garantía de que la estructura que tienen en la entidad se sujete a lo que los acuerdos dicen ser: los tiempos de traiciones están ya listos para mostrarse y dar un probable panorama de lo que serán los comicios 2018 en Chiapas en donde ganan ellos y perdemos todos.

Hoy, lo cierto es que la alianza electoral “Juntos haremos historia” mantiene como su candidato a Rutilio Escandón Cadenas, a quien las estadísticas ubican bien posicionado. Y al seguir vigente la coalición “Todos por Chiapas”, quien se ubica como el alfil a subir es Roberto Albores Gleason. Y hasta ahí no cambia mucho lo que se había señalado con antelación sobre la forma en que se iba a mover el plano electoral. Pero, a ellos parece que se suma Eduardo Ramírez Aguilar quien, tras aprobarse la candidatura común entre los partidos Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC), Podemos Mover a Chiapas, Chiapas Unido y de la Revolución Democrática (PRD), y pese a no estar oficializado, es el ungido de esta estrategia que ha causado desconcierto en la ciudadanía y que ha mostrado que, pese a todo, trae quién le palmee la espalda desde el centro del país.

Así, hasta hoy podríamos decir que la contienda 2018 para la sucesión gubernamental tiene a tres adversarios que conocen bien del panorama, pero que se mueven bajo estrategias diferentes. Y aquí es donde la preocupación debería caer en el equipo del priista Roberto Albores Gleason que sabe que mantener la coalición no es garantía de nada: al menos no de sentirse triunfador, por el momento. Y esto deben tenerlo presente porque saben, seguro que así es, que Ramírez Aguilar va a mover sus piezas y a cobrar sus facturas a todos aquellos que le juraron lealtad desde el 2015 y que se han visto beneficiados del tucán en años anteriores (lo había yo dicho ya en columnas pasadas).

No se necesita ser vidente para entender que ERA va a presionar a los alcaldes y a sus equipos para que se sumen a su proyecto, para que le den la espalda al Verde Ecologista, para que renuncien y dejen en claro (como repetidoras del siglo pasado, aunque carezcan de credibilidad) que no están conformes con la imposición de las cúpulas nacionales y que, por ende, están abandonando el barco. Sí, así será. El discurso es el que ya está planeado y diseñado dentro del Movimiento por la Dignidad que lidera el denominado Jaguar Negro. El discurso es retador y pone en jaque a muchos que ya se relamían las comisuras de los labios sintiéndose los ungidos. Pero olvidaron una regla de oro: en política no hay nada escrito.

Si vemos el panorama, el mismo fallo del Tribunal Electoral de Chiapas le favorece a las intenciones de Ramírez Aguilar. No es gratuito que a los presidentes municipales en la entidad les hayan dado luz verde para que puedan seguir otro trienio más sirviéndose con la cuchara grande y reelegirse sin dejar el cargo, y sin que tengan en regla su Cuenta Pública como requisito. La lectura es clara. Los alcaldes, que en su mayoría son del Partido Verde Ecologista de México, tendrán la oportunidad de oro que el mismo ERA puede garantizarles y apostarle a la impunidad y cuadrar sin presión alguna su paso por el ayuntamiento, y seguir trastocando todo. Y aquí se deben dejar claras las cosas. Al menos desde mi óptica, se viene, sí, una traición pactada y disfrazada de renuncia por acuerdos en la aldea. Sí, un abandono a los colores que les permitieron arribar al poder y que podrían entregar al PRI en partido verde en cascarón. Veremos lo que pasa.

Por lo pronto quiero responder a la pregunta de un lector. ¿Y el exsecretario del Campo, el expriista José Antonio Aguilar Bodegas? Pues para que pase o se cuele se debería dar el caso de que el PRD fuese solo. Yo no creo que esto pase, honestamente. El tiro parece más que cantado para favorecer, desde el mismo Ejecutivo, el andar de Lalo Ramírez. Y así podremos ver que hay coalición pero que los aún tucanes no piensan jugar desde el mismo color.

Manjar 

Si hay un ejemplo de que la inoperancia rinde frutos en la administración pública y el acomodo de piezas en los tres poderes de Chiapas, ese es Juan Óscar Trinidad Palacios, actual magistrado presidente del Poder Judicial del Estado. No bastó que fuese sindicado, incluso, de mentirle a un juez en agosto del 2017, tampoco que la CEDH, organismo desde donde podía meterse más de 150 mil pesos al mes sin hacer nada, fuese parca e insensible. Menos aún que se le considerara un personaje palero del Ejecutivo y desinteresado en los derechos humanos que durante su estancia se violaron sistémicamente. No. Nada bastó para sancionarlo y sí, en cambio, para premiarlo y sentarlo en un espacio que le queda demasiado grande. Parece que esta administración se caracteriza por premiar a la incompetencia. Por ahí hay varios temas que trastocan la vida política de este personaje. Ya desmenuzaremos su paso por este oscuro sendero del que no sale bien librado. #LordHamacaTime // La recomendación de hoy es el libro El cerebro de la mafia de Benjamín Appel y el disco Love Songs de Elvis Presley. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

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