Héctor Estrada / Columna

 En la Mira / Héctor Estrada

Aplica EPN primeras medidas contra posible traición electoral de Velasco

Como se había advertido ha comenzado finalmente la limpieza profunda para sacar a los mandos operativos verdes de las dependencias federales en Chiapas. Y de las primeras en recibir la “guillotina preelectoral” fue ni más ni menos que Sasil de León Villard, operadora y amiga cercana de Manuel Velasco y la familia Coello, quien hasta hace sólo unos día se desempeñaba como delegada del programa Prospera.

Aunque la salida específica de Sasil se abordó oficialmente como una renuncia, lo cierto es que el intempestivo movimiento respondió a una medida de presión aplicada por el gobierno de Enrique Peña para que la denominada “rebelión verde” reconsiderara sus métodos. En resumen, De León Villar habría sido notificada de su remoción desde el pasado 19 de febrero, pero fue oficializada hasta ahora.

Dentro de la limpieza a las delegaciones federales destaca también la de Luis Ignacio Avendaño Bermúdez, conocido por su cercanía afectiva con Eduardo Ramírez y el propio Manuel Velasco. A Luis Ignacio, como a Sasil, el nombramiento le había llegado apenas a mediados del año pasado. Fue la razón por la que dejaron sus respectivas curules en la Cámara de Diputados.

La encomienda de ambos era operar el uso electoral de los programas sociales durante la contienda del próximo 1 de julio, pero el puesto apenas les duró menos de ocho meses. A lo anterior se suma la remoción de Gibrán Alejandro de la Torre González, en la delegación del IMSS y la designación de Víctor Hugo Ruiz Guillén, como nuevo titular de la delegación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNDI).

En todos los relevos destaca la asignación de un priista o personajes ligados al Revolucionario Institucional. La tarea asignada resulta más que evidente: iniciar una limpiezaprofunda al interior de las delegaciones federales para eliminar todo resquicio de las estructuras verdes y dejar todo perfectamente listo para operar la movilización del voto (mediante los apoyos asistencialistas) a favor de José Antonio Meade y Roberto Albores Gleason.

Y es que, en los casos de Sasil de León y Luis Ignacio Avendaño es donde las lecturas lucen más reveladoras. El despido de ambos personajes, estrechamente ligados amistosamente a Velasco Coello, parecen confirmar el evidente rompimiento entre Peña Nieto y Manuel Velasco. Es notorio que existe desconfianza y por eso todo indica que han decidido arrebatar cualquier injerencia del gobierno estatal en el uso de los programas federales durante la jornada electoral venidera.

El gobierno de Velasco tendrá que operar la elección con recursos propios y eso va a dificultarle las cosas si su intención era apostarle a dos o tres posibilidades. Manuel tendrá que demostrar forzosamente el apoyo operativo a los candidato oficiales de la coalición PRI-PVEM, por lo que no quedará de otra que dividir presupuestos si la intención es impulsar las candidaturas de sus alfiles abanderando otros frentes.

No se sorprenda usted si las remociones de funcionarios continúan durante el paso de las siguientes semanas. La medidas del gobierno federal para desarticular la posible traición de Manuel Velasco en la contienda de julio próximo no van a escatimarse y eso advierte métodos aún más drásticos por verse… así las cosas.