*** Carlos Faustino Natarén Nandayapa, el peor Rector de la UNACH
1. Ocupa plaza académica de PTC sin cumplir los requisitos normativos
2. Nunca presentó examen de oposición
3. Incumple los requisitos de ley exigibles para ser rector
4. Carece de ética y se encuentra en el basurero de la historia universitaria
Por: Agustín López Cuevas
El 17 de abril de 2023, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) cumplió 48 años de haber iniciado actividades académico–administrativas para beneplácito de la juventud chiapaneca.
Es una fecha histórica que, para la comunidad universitaria, debiera ser de total conmemoración, celebración, fiesta, entusiasmo, alegría y esperanza.
Sin embargo, debido a la soberbia, arbitrariedad, prepotencia e ignorancia del actual rector, Carlos Faustino Natarén Nandayapa, la UNACH vive un periodo de crisis, de obscuridad, de irregularidades, de ilegalidades, pero sobre todo de un sinnúmero de injusticias y de violación a derechos laborales y humanos de sus trabajadores académicos y administrativos.
Los pobres resultados alcanzados por la actual administración rectoral, iniciada en 2018, tienen sumida a la máxima casa de estudios de los chiapanecos en una política represiva y arbitraria, lo que contribuye a que, como institución de educación superior, no esté cumpliendo con su papel primordial de educar y de formar profesionistas preparados, actualizados, conscientes, críticos y propositivos que contribuyan al crecimiento y desarrollo de nuestra Entidad.
En 48 años de historia de la Universidad Autónoma de Chiapas, jamás se había dado el caso que fueran las propias autoridades universitarias las que afanosamente buscaran destruir a su propia institución, como actualmente ocurre con el actuar ilegal e ilegítimo rector y la agachona la Junta de Gobierno, supuestamente guiados en la falaz premisa de pretender corregir -según ellos- las deficiencias e irregularidades existentes.
Es innegable que todos los rectores que ha tenido la UNACH, dentro del límite de sus capacidades, han dejado un legado que suma a la historia de tan noble institución. Sin embargo, el actuar del rector Faustino Natarén Nandayapa es un caso para la psiquiatría, ya que, desde su arribó, se ha caracterizado por ser un depredador que sin timidez alguna se ha aprovechado de la institución para satisfacer sus intereses y necesidades personales, sin importarle que con ello destruya a su propia Alma Mater.
Este ilegal y mendaz personaje, para desdicha, llegó a la UNACH en el año 2011 mintiéndole al rector en turno -como ha sido su estigma-, pues juró que poseía grados académicos de Maestro en Derecho Constitucional por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, y de Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, España.
Las anteriores afirmaciones, al paso del tiempo, resultaron ser totalmente falsas, como así se encuentra legalmente demostrado con las documentales oficiales expedidas por la UNAM y la SEP, entre otras, probanzas que obran glosadas en actuaciones de las Carpetas de Investigación iniciadas -a instancia de trabajadores universitarios- por la Delegación Chiapas de la Fiscalía General de la República, mismas que están en etapa de debida integración para ser judicializada ante un Juez Federal de Control.
Haciendo uso de sus premeditadas y tramposas argucias, inmerecidamente se apropió de la más alta categoría académica que existe en la UNACH, logrando fraudulentamente el nombramiento de PROFESOR DE TIEMPO COMPLETO TITULAR “C” adscrito al Instituto de Investigaciones Jurídicas, con sede oficial en Ocozocoautla.
Lo anterior, a pesar de que no cumplía los requisitos normativos y académicos que exigía el vigente y aplicable Estatuto del Personal Académico de la Universidad, aunado a que tampoco presentó examen de oposición, como sí ocurre con todo aspirante a ser docente universitario de tiempo completo, en contravención a la normatividad universitaria.
Las falsedades sistemáticamente utilizadas, le han permitido a Faustino Natarén no solo devengar, desde hace más de una década, un salario de docente que legal y moralmente no le corresponde, en evidente detrimento del patrimonio universitario.
Pero sobre todo, le permitieron ser designado en el período rectoral 2018-2022 y posteriormente ser ratificado ilegalmente para el actual periodo 2022-2026, cargo que ilegítimamente le confirió la servil e inservible Junta de Gobierno toda vez que, para el segundo periodo, no cumplía los requisitos normativos que exige el Artículo 17 de la nueva Ley Orgánica, particularmente lo establecido en la fracción IV, cuya irregularidad académica es motivo de indagación por la Fiscalía General de la República, derivado de las denuncias iniciadas en su contra a instancia de trabajadores académicos y administrativos afectados en sus legítimos derechos humanos y laborales, quienes le imputan la posible comisión de diversos delitos del orden federal.
Además, el arbitrario e ilegal actuar de Faustino Natarén le han generado a la UNACH afrontar más de doscientas demandas laborales por despidos injustificados y renuncias forzadas de trabajadores universitarios que, desde su llegada a la rectoría, no comulgaron con su política de odio, traición y venganza, al haber sido sustentadas en inventos y falsas acusaciones que, sin duda, serán contradichas y desvirtuadas legalmente en cada proceso, pues se trata de argumentos carentes de veracidad, credibilidad y validez legal.
Sin embargo, a pesar de lo expuesto, el rector permanece en el cargo ante la impávida e irresponsable actitud de la otrora “Honorable” Junta de Gobierno, no obstante de tener la facultad legal de destituirlo no solo por su improductivo y gris desempeño, sino principalmente por no satisfacer los requisitos normativos que exige el Artículo 17 de la Ley Orgánica.
En suma, Carlos Faustino Natarén Nandayapa es un tipo carente de ética y de valores morales, que lo tienen convertido en el peor rector que ha tenido la Universidad Autónoma de Chiapas, y que ya está, desde ahora, en el basurero de la historia de la UNACH, para desgracia de la comunidad universitaria y de la sociedad chiapaneca.