CARTELERA POLÍTICA / Leonel Durante López
*AMLO regresa más rabioso y furioso
*López Obrador se compadece de Francisco Garduño
La forma en la que fueron aprobadas en el Senado durante la madrugada del sábado podría provocar que sean declaradas como inválidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por vicios de procedimiento, es decir, violaciones en el proceso legislativo.
Los legisladores de Morena aprobaron en tiempo record -10 minutos por ley, entre ellos dos dictámenes que ordena la extinción del Conacyt avalado en fast track, sin el quórum necesario para hacerlo, esto durante la sesión en la sede alterna de Xicoténcatl del sábado.
Pero en un país en donde su gobierno presume la democracia con que se maneja, es de preocupar la actitud de sus legisladores, más cuando se sabe que estos no actúan por convicción, rectitud y bajo el compromiso de servir al pueblo, no al presidente, que tuvo que convocarlos a Palacio Nacional el viernes por la noche para “tirarles línea”.
Ni el presidente ni sus legisladores que resultaron unos lacayos, muy obedientes, pero lamentable es la destrucción de las instituciones que tanto trabajo y años costó a los mexicanos solidificarlas.
Pero todo empieza desde la supuesta enfermedad del presidente que tardó tres días para que sus médicos lo levantarán, claro regresó con nuevos bríos y espíritu –como lo conocemos-, destructivos, tal como lo es la 4T.
Pero el debate legislativo por el cierre del periodo ordinario del Congreso de la Unión en el último día del mes, no fue de diálogo y entendimiento entre los grupos parlamentarios, todo lo contrario, pues muestra un procedimiento muy complejo porque de manera intempestiva al acelerar un paquete intenso de leyes e iniciativas que tienen que aprobar tanto los diputados como los senadores.
Éstos con línea de Palacio Nacional y al cuarto para las 12 y en 15 días pretenden sacar todas las iniciativas ordenadas, una que ya venía de antes, otras que surgieron de manera repentina que no son una prioridad para el pueblo sino para el tabasqueño.
Cada una de las leyes aprobadas en fast track fuera de las inmediaciones del Senado de la República, merecían un análisis, un debate y llegar a acuerdos para ser aprobadas, sin embargo, las formas en las que se hacen y toman decisiones, generaron tres problemas que no deben ser dejados pasar por alto.
En primer lugar que el Congreso dejó de ser lo que es, el representante del pueblo para convertirse en una oficialía de partes y empleados del presidente, en ambas cámaras Morena y sus rémoras del PT, PEVEM y PES, acordaron pasar en fast track, con la disculpa de presentar las leyes, pasar a comisiones, pasan al pleno sin tener oradores a favor y en contra en el caso del Senado, que significa, la imposición de la mayoría, haciendo a un lado a la oposición.
Con la acción, ambas cámaras quedan mal con la población y su desprestigio es mayor, cuando se sabe que el presidente regresó con la “espada desenvainada” y terminar su obra que es destruir al país y a toda la resistencia democrática y acabar con lo que queda de la oposición para avanzar sin obstáculos en el proyecto de la 4T para su perpetuidad en este gobierno, más allá de esta administración.
En este momento López Obrador se ha de estar lamiendo los bigotes y goza al pensar que la oposición no tiene más futuro más allá de este gobierno, por lo que todo este entramado político del tabasqueño tiene un tinte político de un “golpe de estado”.
Es el sueño de toda su vida de López Obrador, ser como sus colegas de Cuba, Venezuela, Nicaragua a quienes defiende y apoya con recursos públicos de los mexicanos.
Sabemos que el inquilino de Palacio Nacional confía de manera ciega en los militares, a quienes ha comprado con recursos públicos y de los mexicanos para su perversión bananera, pero es menester explicar que los “golpes de estado” de manera sui generis, es decir imponiendo la “bota militar”, pero su con apoyo de las fuerzas armadas.
Las decisiones que ha tomado el congreso por órdenes de López Obrador para fortalecer a las fuerzas armadas en los últimos días, no es otra cosa que una rendición de la política civil a la política militar.
Por lo tanto, los cambios que se han dado desde Palacio Nacional están abocados a conquistar a los militares como si fueran estos el futuro del país, dándoles un poder económico como a ninguna otra dependencia de gobierno de manera insólita, pero a la vez operando el proyecto político contra la oposición.
De tal suerte y quiero equivocarme, pero el presidente regresó de su supuesta enfermedad irradiando más odio, rencor y división para lo que no piensan como él y les llama sus adversarios, por lo que en los próximos meses veremos a opositores, periodistas, intelectuales y demás perseguidos y encarcelados a la manera que acostumbra los dictadores de la zona, y ahí está la muestra de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Reitero, ojalá y me equivoque, pero esa es la tónica de Palacio Nacional y de otras partes del país, pero no hay vuelta de hoja para López Obrador, nos estamos moviendo vertiginosamente hacia un nuevo tipo de régimen “cívico-militar” que está abonando al final de esta administración con un desenlace.
Es decir, y reitero espero equivocarme, pero ese desenlace del 2024 serán una elecciones a modo, elecciones para ratificar un estado de cosas, donde el gran ausente será, la democracia.
Garduño no va a prisión, pero deberá firmar los martes cada 15 días
Es muy cierto que López Obrador protege a sus funcionarios mientras éstos les sean 99 por ciento leales y aunque tengan solo el uno por ciento de capacidad.
Es el caso de Francisco Garduño, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), fue vinculado a proceso este domingo por el incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez que dejó 40 personas fallecidas hace un mes.
El delito que se le imputó desde el 25 de abril es el de ejercicio ilícito del servicio público, por no garantizar la seguridad de los migrantes que estaban bajo resguardo de la institución a su cargo.
El juez no le dictó prisión preventiva, pero Garduño deberá acudir a firmar los martes cada 15 días.
Es cierto que en los últimos días López Obrador se ha ido encima y con todo a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, particularmente a la presidenta Norma Piña. Porqué, pues porque no son lacayos, hacen su trabajo basados en la Constitución no del inquilino de palacio Nacional.
Pero aquí la pregunta, el juez que no dictó presión a Garduño, fue por bueno o porque así se lo ordeno el tabasqueño, pues hay que recordar aquella ocasión que denostó a todos los jueces afirmando que todos son corruptos.
La defensa de Garduño Yáñez argumentó que el funcionario no tiene responsabilidad penal en el incendio que dejó 40 personas muertas en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el incendio del 27 de marzo, debido a que delegaba la responsabilidad del cuidado de migrantes a otros funcionarios. Cuando se inventaron los pretextos, se acabaron los penitentes.
Del Montón.
El periodista y analista político Cristóbal Ramos Solórzano, presentó el libro de su autoría “Huellas del Periodismo en Tapachula”. El también profesor Ramos Solórzano, estuvo acompañado por periodistas de la Ciudad Fronteriza, mismos que estuvieron atentos a los cometarios que hicieron los también comunicadores, Yolanda López Ordaz y Oscar Ballinas Lezama. Me comentan que el libro de mi amigo Cristóbal Ramos resultó muy interesante y entretenido por el contenido del mismo. No lo he leído, pues desafortunadamente no pude asistir a la presentación por compromiso en la capital del estado, pero espero verlo muy pronto primero Dios para hacer los respectivos comentarios. Finalmente felicito a Cristóbal por su primer libro que escribe, no es fácil, lleva mucho tiempo y hay que recabar muchos datos, por ello digo que será interesante leer el texto.
* * * Eso es todo por hoy, hasta el próximo lunes primero Dios, con más de los mismo.
leoneldurante@gmail.com