Mario Caballero / Columna

Letras Desnudas / Mario Caballero

*** Majadera y Oportunista

Desde que se sentó en la curul en la Cámara de Diputados no se ha cansado de decirnos que es respetuosa de los derechos humanos y que siente un interés genuino por promover las causas de la gente humilde, especialmente de los indígenas. Pero luego del audio que se filtró a los medios de comunicación en días recientes, en los que trata de pendejos a un grupo de indígenas lacandones, atestiguamos que la diputada Patricia Armendáriz Guerra realmente no es así: no muestra el mínimo respeto por nadie y a la primera que se inconforma responde con lo único que tiene y puede ofrecer, el insulto.

¿Así es como quiere ser gobernadora de Chiapas?

ALUCINES Y AMENAZAS

La diputada Armendáriz Guerra proviene de una familia respetable, pero ella resulta ser el negrito en el arroz. Es déspota, clasista, nada humilde, lépera y ha demostrado que su único interés por la política es el poder. De su vocación por el servicio público, ni hablar. Y para muestra están sus polémicas intervenciones en la Cámara de Diputados y sus deleznables desfiguros en las redes sociales, donde incluso ha lanzado amenazas en contra de los ciudadanos.

El 20 de marzo, por ejemplo, anunció en Twitter que buscaría participar en la contienda por la candidatura presidencial de Morena. Escribió este tuit luego de que el diputado Antonio Pérez Garibay, padre del piloto Checo Pérez, también se destapara como aspirante a la presidencia.

Así lo dijo: “Creo que los #empresarios de la #4T haríamos un excelente papel para tratar de llenar los zapatos de nuestro presidente @lopezobrador_ así que anuncio yo también mis aspiraciones presidenciales”.

La respuesta que recibió de los mismos morenistas fue la burla, porque obviamente jamás llenaría los zapatos del presidente, comenzando por su arrogancia. A diferencia del primer mandatario, quien ha luchado y trabajado con y por los pobres de México, ella siempre se ha codeado con los hombres y mujeres de dinero, con los poderosos, con los grandes capitalistas, con los que ha compartido la misma vida de lujos, presunción y derroche. Al denominarse a sí misma como “empresaria”, exhibe su elitismo y AMLO no es ningún elitista.

Peor todavía, menosprecia y estigmatiza a las clases humildes. Cuando fundó la empresa Financiera Sustentable en 2006, dijo que lo hacía con la finalidad de apoyar al “eslabón más bajo de la población”, que es como clasifica a la mayoría de los mexicanos. ¿Alguna vez hemos escuchado al presidente referirse en esos términos sobre la clase pobre del país? No.

A saber, Patricia Armendáriz nunca ha pisado con sus carísimas zapatillas los caminos y calles de los barrios populares de Chiapas, ni siquiera de su natal Comitán, cuna de hombres ilustres como don Belisario Domínguez Palencia, paradigma de moralidad y congruencia política. En otras palabras, la gente pobre le produce salpullido.

¿Con esa mentalidad y comportamiento se dice capaz de llenar los zapatos del tabasqueño? Por favor.

Por otro lado, su prepotencia. Cuando salió a apoyar a la familia del presidente tras la publicación del reportaje de la Casa Gris, que reveló que el hijo mayor de López Obrador vivió durante varios meses en una enorme mansión en Texas, Armendáriz escribió en las redes sociales: “De dónde sacan que la 4t tenemos que vivir a tortilla y frijoles?”.

El 25 de febrero del año pasado, protagonizó otra controversia en Twitter al contestarle a la usuaria @Lizgottik, quien la tachó de incongruente y desmemoriada, ya que mientras Armendáriz defendía la reforma del gobierno federal a favor de la disciplina financiera, se olvidaba que había sido partícipe de presuntos actos de corrupción durante los gobiernos de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, con los cuales colaboró.

Esto contestó: “El pago (fue) en efectivo, mis comisiones eran en efectivo, llenaba yo mis cajones y los mandaba yo a suiza”.

No contenta con eso, la amenazó: “Voy a pasar una ley que persiga a quien pretenda dañar la moral de cualquier ciudadano sin fundamento. Denúncieme por lo pronto mentirosa. Te veo en tribunales @Lizgottik”.

Las acusaciones en su contra no eran mentiras, pero sus declaraciones echaron abajo sus aspiraciones por la Presidencia de la República. Por lo que dirigió su mirada al Gobierno de Chiapas. ¿Pero qué sabe de las necesidades de nuestro estado?

IGNORANTE E INCONGRUENTE

Patricia Armendáriz es chiapaneca sólo porque aquí nació, pero de ahí toda su vida la ha desarrollado en la capital del país.

Ante su ignorancia y falta de argumentos para construir un buen proyecto político, se ha dedicado a despotricar sandeces en contra del estado y del gobierno, emanado de su mismo partido, buscando –por supuesto- sus cinco minutos de fama ya que hasta la corrieron del programa Shark Tank México y tampoco puede presumir méritos porque inclusive la diputación que ahora ostenta la obtuvo por la vía plurinominal. Lo único que puede presumir es su riqueza y ser consejera del banco Banorte.

Para entender el tamaño de su ignorancia, basta leer el tuit que tecleó el ocho de junio de 2022: “Asesinaron al presidente municipal de teopisca en mi querido #chiapas que ha sido el estado más pobre y abandonado. Pero era un lugar seguro. Ahora impera la inseguridad las armas y la violencia. Ahora hasta en eso estamos abandonados. @lopezobrador_ @SEGOB_mx @ChiapasGobierno”.

Al decir que Chiapas antes era seguro y ahora no, entonces Patricia Armendáriz alude que los gobiernos del PRI, PRD y Verde hicieron las cosas bien y el actual, de Morena, que repito es su partido, no. Vaya congruencia de la señora.

Es muy lamentable, desde luego, el homicidio del alcalde de Teopisca, pero lo cierto es que Chiapas está entre los estados más seguros del país, según informes del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública y el informe de Índice de Paz México, que lo clasifican en el tercer lugar con mejores avances en términos de paz durante los años 2021 y 2022.

Y eso de “mi querido Chiapas”, ni ella misma se lo cree. Porque, hasta eso, de no ser por sus aspiraciones políticas no estaría como ahora placeándose por los municipios. Eso, en buen castellano, se llama oportunismo.

“PENDEJEAR”

En lo referente al audio, en el que es claro el maltrato e insultos que le hace directamente al líder lacandón Chankim  Colocho y a un grupo de comuneros, a los que les reclama acerca de la puesta en marcha de un hotel, proyecto que supuestamente apoyó con el pago de un abogado para que se encargara de la papelería correspondiente, dinero que dicho sea de paso no salió de su bolsa sino de las prerrogativas que le proporciona la Cámara de Diputados, no es posible que se base en su autoridad para humillarlos y denigrarlos con insultos a gritos como “o me presentan programas de desarrollo o se van a ir a la chingada” o ya son “varias reuniones y me salen con pendejadas”.

La verdad no es que estas personas sean unos pendejos, sino que ella, por el simple hecho de ser diputada federal, se siente con el derecho de insultar a los que no se les ponen de tapete.

Esto es lo que pasa cuando los partidos políticos ponen a gente clasista y prepotente a representar los intereses del pueblo, al que no conocen ni respetan.

yomariocaballero@gmail.com