Juan Carlos Cal y Mayor || Columna

A ESTRIBOR || Juan Carlos Cal y Mayor 

*** Arbitrariedad

Imaginemos por un momento el peso de todo el poder del estado contra un ciudadano. Imaginemos que al gobierno no le importa su condición sabedor de que no hay sobre el poder del estado nada que pueda imponerse más que el amparo de la constitución. Pensemos por un momento que a ese poder no le importa que le digan que la ley, es la ley. Tal es el caso de la embestida contra el empresario Ricardo Salinas Pliego a quien por represalia se le quita sin decir ni agua va, ni justificación legal alguna, un campo de Golf que el estado le había concesionado y cuya manutención corría a su cargo.

GOBIERNÍCOLAS

Y todo porque Salinas Pliego se ha convertido en un crítico del populismo y lo que llama los “gobiernícolas” y parásitos que cobran y se despachan con la cuchara grande para hacer lo que consideran justicia social con el dinero ajeno. Y es que ya tiene rato que lo acusan y defenestran como un usurero y evasor de impuestos. El hecho es que sostiene varios litigios contra el SAT apelando a la ley para defenderse de lo que considera cobros indebidos como le puede suceder a cualquiera. Y es que la mayoría de la gente y más esa masa aforme llamada pueblo que trina contra los ricos, no tiene idea de lo que es pagar impuestos y tampoco que la autoridad hacendaria puede cometer abusos con las propias facultades discrecionales que la ley le confiere.

NO TODOS PAGAN IMPUESTOS

Y no es de que vayan a salir con que todos pagamos impuestos por el hecho de comprar unas Sabritas en el Oxxo o cargar gasolina. Me refiero a los contribuyentes formales que van al corriente en sus declaraciones en un país donde más del 70% del comercio se conduce en la informalidad. Esos no solo no pagan impuestos, ni expiden facturas, ni pagan seguro social; de un universo de 80 millones de personas inscritas en el registro federal de contribuyentes, solo 2.5% paga IVA y un 4.6% paga ISR. Aquí no hay eso de todos parejos o todos chiboludos.

LOS MALOS DE LA PELÍCULA

Lo irónico es que a los empresarios que pagan impuestos, generan empleos y compiten ofreciendo mejor calidad y mejor precio porque si no, no venden; les espetamos rencor sin saber que los programas sociales, la educación y la salud gratuita y todos esos derechos que subsidia el estado, salen de la bolsa de esos mismos contribuyentes. Son las gallinas de los huevos de oro y clamamos por matarlas. Eso ha pasado en Venezuela, Cuba y demás países socialistas donde acabaron con los ricos para ayudar a los pobres y ahora todos son pobres.

Llama por eso la atención el linchamiento de que son víctimas por simplemente objetar que los impuestos son abusivos, pero no falta el que dice que en los países nórdicos -los más desarrollados- la gente paga ciertamente más impuestos. Correcto, pero hay notables diferencias. En aquellos países los servicios públicos como la salud y la educación son de la más alta calidad, pero no solo eso, allá todos sin excepción saben lo que es pagar impuestos.

MILEI

Esa es la lucha que dio Javier Milei y lo llevó a la presidencia de Argentina. El país empobreció a niveles de hambre víctima del populismo y los programas asistenciales. De pronto resulta que allá unos trabajan para mantener a los que no trabajan y cuando el dinero se acaba el gobierno imprime más y más billetes para seguir subsidiando lo cual dispara la inflación. Gastan de más porque terminan por estrangular a los que generan riqueza. Esa es la lógica del socialismo y el resultado invariablemente ha sido fatal en cuanto país ha logrado imponerse. Los que si no empobrecen son los parásitos de las burocracias que viven y cobran por repartir el dinero ajeno. Todas esas élites viven de la demagogia y son oligarcas disfrazados.

NO HAY DESAYUNO GRATIS

En Chile los llamados Chicago Boys implementaron un programa económico que entre otras medidas redujo impuestos lo cual terminó por reducir la pobreza a menos de dos dígitos. En Cuba no hay quien pague impuestos porque el estado se apropió como define Karl Marx de todos los medios de producción. El Nobel de economía Milton Friedman sostenía que “no hay tal cosa como un desayuno gratis”. La tesis se reafirma por el hecho de que cada vez que se crea un derecho alguien tiene que pagarlo. El derecho a la salud, el derecho a la educación y un sinnúmero de derechos, cosa que se oye muy bien, es algo que siempre alguien tiene que pagar. Solo que las necesidades son infinitas y los recursos son finitos.

ROBIN HOOD

Menos gobierno y mas sociedad. Un gobierno que se ocupe de la seguridad y la administración y procuración de justicia, que garantice el contrato social y la convivencia pacífica. Que invierta en infraestructura y genere incentivos para la generación de riqueza. Que facilite y no obstruya a los emprendedores, pequeños comerciantes y empresarios. Que cree un sistema fiscal simplificado donde TODOS y no unos cuantos paguen proporcionalmente impuestos, pero lo que tenemos es un México disparejo, donde los malos son los ricos y el gobierno es Robin Hood. Lo bueno es que a pesar del propio gobierno el país avanza porque tenemos una sociedad resiliente, enormes recursos naturales y una posición geográfica envidiable en el mayor mercado del mundo que es norteamérica. México avanza a pesar de sus parásitos.