Se protege la fruticultura nacional

Víctor Sánchez

Gracias a la técnica del insecto estéril, la plaga de la mosca del Mediterráneo se encuentra confinada a la frontera sur y con ello se protege la fruticultura nacional y se puede exportar a todo el mundo.

Más de 800 millones de moscas estériles se dispersan semanalmente en territorio chiapaneco, a lo largo de la línea divisoria con Guatemala, para frenar el ingreso de la Ceratitis Caitata Wiedemann, que puede perjudicar a más de 260 diferentes especies de frutas y hortalizas.

De acuerdo con especialistas del Programa Moscamed, constantemente se tienen reportes de localización del insecto, pero gracias a los controles y muestreos se combate en forma inmediata y con ello el país permanece con declaración libre de esa plaga.

Gracias a ello se protegen más de dos millones de hectáreas de cultivos frutales que incluyen mango, cítricos y guayaba, entre otros productos, cuyo valor comercial supera los 184 mil millones de pesos.

La protección que se realiza es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de las regiones agrícolas del país, toda vez que México es uno de los países líderes en producción y exportación.

Los especialistas de Moscamed reconocen que el café es uno de los principales hospederos de la plaga, aunque los productores no lo reconocen de esa forma y por ello constantemente se tienen problemas para la instrumentación de las campañas en las zonas cafetaleras.

Por ese motivo, apuntan, se ha intensificado la difusión sobre el Programa Moscamed en las comunidades rurales en donde se realiza el trampeo y verificación, con lo que se evita que la población de moscas se intensifique.