Juan Carlos Cal y Mayor || Columna

A ESTRIBOR || Juan Carlos Cal y Mayor 

*** Bajo protesta

Los ciudadanos acudiremos a votar el próximo domingo con la esperanza y la expectativa de que el sentir popular que percibimos generalizado se manifieste en las urnas. Contra un tsunami de votos creemos que no habrá manera de torcer la voluntad popular. No hay más opción además para lograr por la vía pacífica que suceda un cambio para quienes no estamos conformes con la situación actual por la que atraviesa nuestro país. Lo hacemos conscientes y sabedores de que este proceso electoral ha estado viciado de origen, lo hacemos BAJO PROTESTA de que no se han respetado los principios que deben regir todo proceso electoral como lo son la certeza, legalidad, imparcialidad, independencia, equidad y objetividad.

MIENTE COMO RESPIRA

Tenemos un presidente que no gobierna para todos sino para una falange adoctrinada en el pensamiento único del que no se puede disentir. Que discrimina con múltiples adjetivos a millones de sus gobernados por el solo hecho de no estar de acuerdo con su gobierno, de criticarlo o pensar distinto. Conservadores, fifís, fachos, neoliberales, racistas, clasistas, privilegiados y hasta traidores a la patria. Amlo no respeta ni hace respetar la constitución. Ha claudicado a su potestad de utilizar la fuerza pública del estado mexicano para garantizar la paz, la convivencia social y la vida de los mexicanos. Contra toda evidencia empírica tiene siempre otros datos. Miente como respira.

JEFE DE FALANGE

El presidente ha renunciado a gobernar para convertirse en jefe de su partido y ariete principal de la campaña presidencial utilizando todos los medios públicos a su alcance comenzando por el megáfono de la mañanera. Un violador serial de la constitución que impone la obligación a todos los funcionarios de neutralidad política y que él no respeta. Así es que ha decidido abatir con todo el poder presidencial a quien se opone a sus designios. Es un autócrata consumado cuyo objetivo es la concentración absoluta del poder. Para ello ha decidido destruir y someter al poder judicial. Apoderarse del INE para manipular los procesos electorales. Usar la persecución y la amenaza judicial para doblegar a sus adversarios.

DESACATO

Es así que ha desacatado sistemáticamente las más de 30 medidas cautelares impuestas por el INE. No hay poder humano ni autoridad que lo obligue a respetar al órgano electoral y el INE no va más allá. Lo menos era advertir que presidente pone en riesgo la elección al violar la neutralidad. Nada ha hecho tampoco el INE para evitar la manipulación de los programas sociales y la operación política de los siervos de la nación, siendo funcionarios a sueldo. Ante el acarreo sistemático en cada mitin de Morena tampoco dice nada. Ha normalizado la injerencia del poder público en las elecciones.

DENUNCIAR

La oposición tiene por ello la obligación no solo de presentar quejas ante las instancias respectivas, sino que debió denunciar internacionalmente al gobierno para que no se salga con la suya y actúe descaradamente a sus anchas el día de la elección. Señalar a detalle cada uno de los preceptos violados durante el proceso electoral e inhibir las mapacherías que seguramente preparan para el día de la jornada electoral. Ellos como oposición no hubieran dejado ir la oportunidad. Amlo en la oposición tendría de cabeza al país amenazando con que se va a soltar el tigre y no habrá manera de frenarlo.

ASESINATOS

El asesinato cruel que nos hizo recordar al de Colosio como corolario de una campaña inmersa una ola de violencia y sin seguridad para sus participantes. No hay hasta ahora un solo anuncio con las medidas que habrá de tomar el gobierno para frenar cualquier intento de desestabilizar al país y sabotear las elecciones. No es posible que hayamos normalizado la violencia al grado tal de que hubo más 30 atentados mortales en contra de candidatos y sus colaboradores y el presidente salga con que todo está en paz.

¡¡¡VOTA!!!

Aun así, hay que confiar en que la mayoría de los mexicanos salga a votar y exprese su voluntad en las urnas. Es la hora de cobrar las afrentas y acallar las mentiras con que cínicamente se niegan los problemas reales que estamos viviendo. Es ahora que debemos hacer efectivo nuestro derecho a decidir el destino de nuestra nación. Sino es ahora después no habrá manera. ¡¡¡VOTA!!!!