* El hacinamiento extremo ha aumentado enfermedades infecciosas entre los reclusos, con síntomas como ronchas y fiebre, sin tratamiento adecuado.

Daniela Alfaro

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) ha denunciado graves violaciones a los derechos humanos en varios Centros Estatales de Reinserción Social para Sentenciados (CERSS) en Chiapas, con un enfoque particular en el CERSS No. 17 “El Bambú”, ubicado en el municipio de Playas de Catazajá.

El organismo asegura que el sistema carcelario en la región está caracterizado por condiciones inhumanas y degradantes, marcadas por el autogobierno interno en complicidad con las autoridades carcelarias. Desde marzo de 2024, Frayba ha documentado la sobrepoblación crítica en el CERSS No. 17, que alberga a 478 internos cuando su capacidad máxima es de 120 personas.

Las celdas, con un tamaño de 9 metros cuadrados, alojan hasta 18 reclusos, lo que ha incrementado el riesgo de enfermedades infecciosas. La situación de hacinamiento ha sido vinculada a brotes de enfermedades, como ronchas en la piel, fiebre, mareos, y vómitos, exacerbadas por la falta de tratamiento médico adecuado.

La organización también critica la respuesta de las autoridades, que han optado por el traslado forzado e injustificado de los internos a otros centros, en lugar de abordar las causas fundamentales de la crisis. Esta medida ha puesto en peligro la vida e integridad de los reclusos, al tiempo que ha afectado negativamente su salud mental y física, y ha comprometido su derecho a una atención médica adecuada.

Frayba realizó la denuncia y un llamado urgente al Estado mexicano para que adopte medidas que garanticen el respeto a los derechos humanos en los centros penitenciarios de Chiapas. La organización pide que se atiendan las condiciones de hacinamiento, se eviten traslados forzados y se cumplan los estándares internacionales para el tratamiento de los reclusos, conforme a las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos.