Leonel Durante López || Columna

CARTELERA POLÍTICA || Leonel Durante López

*Muy lejos de Dinamarca, pero más cerca de Cuba

*México y Venezuela, gran coincidencia en el fraude electoral

La distancia de México a Dinamarca es de 9 mil 114 kilómetros, posiblemente esa sea la explicación del porqué del fracaso rotundo del presidente López Obrador en su política de salud.

Si fue otro de sus tantos incumplimiento o promesas de campaña que no le pudo cumplir a los más pobres de México, los que durante los cinco años y ocho meses “cacaraqueó”, diciendo “primero los pobres”.

López Obrador en lo que le resta de su gobierno, -55 días-, no creo que pueda cumplir con su promesa de campaña en materia de salud, en la que se fue con slogan de batalla: “tendremos un sistema de salud mejor que el de Dinamarca.

A lo que si puede aspirar y seguro lo logrará López Obrador es alcanzar el sistema de salud de Cuba, en primer lugar porque la Habana esta a una distancia de dos mil 549 kilómetros y porque en este rubro, la política de la dictadura cubana con Miguel Díaz-Canel es esconder las medicinas al pueblo cubano, pero no porque no las haya, sino no hay dinero para comprarlas y las que compran son para los privilegiados que se encuentran en el gobierno.

Y porque digo que López Obrador si se igualará a Cuba, porque en México la crisis por la escasez en los medicamentos del cuadro básico, una situación muy compleja, como la que hay en este momento en la isla.

La mente del presidente voló muy alto, y cruzo el continente para estar en Dinamarca pero solo en sentido figurado porque no conoce los países bajos, pero si La Habana, en donde la gente se muere por no poder comprar los medicamente, pero también la pobreza se lo impide, porque prefieren comprar comidas que medicinas.

Pero volviendo a las “chaquetas mentales del tabasqueño a pocos días de terminar su gobierno tendrá que reconocer que fracaso en su política de salud como en otras tantas.

En uno de sus shows mañaneros, mostró lo que podría calificarse como un acto de “humildad”, dejando a un lado los “otros datos”, aceptó que el proyecto del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) no funcionó y estuvo a punto de declarar textualmente que, en el intento de colocar al sistema de salud mexicano en un nivel “similar al de Dinamarca”, su gobierno cometió errores, los cuales costaron vidas.

Los casi 130 mil millones de pesos que tendrá como presupuesto este año el IMSS-Bienestar alcanzarán apenas para brindar servicios de salud a 9.5 millones de personas que, se presume, ya son beneficiarias de ese sistema; pero es insuficiente para dar cobertura médica a un total de 66 millones de mexicanos que carecen de seguridad social.

A esto hay que restar los recursos que el nuevo órgano de salud se verá obligado a regresar a la Tesorería de la Federación para dar cobertura a otros rubros. El Insabi llegó a retornar hasta el 90% de su presupuesto en algunos años.

Las cosas no cambiarán mucho para el siguiente sexenio, empezando porque es casi un hecho que se mantengan en sus cargos el director general del IMSS, Zoé Robledo, y el responsable del IMSS-Bienestar, Alejandro Calderón Alipi. También se confirma que seguirán llegando médicos desde Cuba, porque es más viable que este tipo de personal se ajuste a lo poco que se tiene de presupuesto.

En septiembre, último mes de su gobierno del presidente no vemos que se acerque a la mitad del camino a Dinamarca, su fracaso que llevará colgado en el pecho, pero ahora, a 25 que llegue septiembre, tendremos el mejor sistema de salud pública ¡del mundo! Imposible, ya no más “atole con el dedo del tabasqueño.

Finalmente se cumplirá su plazo, llegará septiembre, terminará su gobierno y seguiremos sin alcanzar ese perverso y largo cuento de cinco años y diez meses que fue Dinamarca, pero que nos acercó a Cuba.

Pero el panorama en salud no es nada halagüeño, la crisis será pero con Claudia Sheinbaum, pues la Secretaría de Hacienda y Crédito Público decidió un recorte de 20 mil millones de pesos al presupuesto aprobado para 2024 a la Secretaría de Salud, afectando gravemente el plan de vacunación y el presupuesto de salud de los estados. Sigan votando por Morena.

Idénticos los fraudes orquestados por los sátrapas de AMLO y Maduro

Solo hay que tener un poco de sentido común para darse cuenta que fueron fraudes electorales descarados y escandalosos, a la vista de todos los ciudadanos sean estos mexicanos o venezolanos, a la vista todo mundo.

Diría López Obrador: ¡“pruebas”! Están a la vista de todos, nomás que el presidente López Obrador y Morena fingen demencia, pero las pruebas están a la vista de todos.

Fue un fraude donde los gobiernos de México y Venezuela, cada uno por su lado, se valieron de todas las artimañas ilegales habidas y por haber, de estafas impensables y de todas las violaciones constitucionales necesarias, para despojar a los pueblos mexicano y venezolano de sus libertades básicas.

Cierto es que un fraude electoral tanto en Venezuela que al igual que el fraude electoral en México, pasó por el uso de todos los recursos públicos para favorecer al partido en el poder y al dictador; que amenazó y persiguió a todos sus opositores, satanizó a los críticos y compró todas las conciencias posibles.

Sin entrar en mayores ejemplos, lo que no parece entender López Obrador, es que con ese aval que da a las elecciones en Venezuela, confirma que las elecciones del 2 de junio pasado en México fueron igual de fraudulentas que las venezolanas del domingo 28 de julio del 2024.

Del Montón

Que otros rubros destruyó López Obrador, sin la menor duda fue la educación, a pesar de que el sistema de adoctrinamiento que vivimos desde los años veinte fue lo que le permitió llegar al poder y engañar con facilidad a la mitad de la población. La Nueva Escuela Mexicana, un mazacote de creencias e ideología, realmente pone en riesgo a los 24 millones de mexicanos en educación básica. La terminarían sin capacidad alguna de incorporarse productivamente a la sociedad. Y es que López Obrador nunca buscó realmente gobernar, sino sólo concentrar en él todo el poder posible, destruyendo los mecanismos de intermediación y las instituciones vigentes. Durante la transición a la democracia no fuimos capaces de reemplazar esos mecanismos e instituciones del viejo régimen, de forma que los parches ni eran sólidos ni contaban con respaldo social. Pero la destrucción actual no implica el regreso al viejo régimen, cuya esencia, el partido de Estado en extensión. Hoy todo se concentra en una sola persona, con evidentes limitaciones intelectuales y crecientes problemas mentales. Ese será el legado que deje López Obrador a sus seguidores que aun están embobados por el solo hecho de haber destruido el país sin ninguna consideración. * * * Eso es todo por hoy, hasta mañana con más de lo mismo.

leoneldurante@gmail.com

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