Héctor Estrada || Columna

Héctor Estrada ||  En la Mira

***¿Sublevación social contra el crimen en Chiapas? 

En un estado de combate abierto al crimen organizado en Chiapas, luego de años de inacción por parte de las fuerzas estatales, el discurso emitido este domingo por Eduardo Ramírez Aguilar para llamar a la rebeldía o sublevación social contra los grupos de la delincuencia organizada en las comunidades de la entidad cobra connotaciones especiales.

Y es que, el mensaje dado por Ramírez Aguilar en el marco del “Día del Policía” no guardó ninguna reserva. El comiteco convocó abiertamente a las comunidades y pobladores de Chiapas para negarse a participar en los retenes o bloqueos inducidos por grupos delincuenciales bajo extorsión cuando las fuerzas de seguridad del estado intenten ingresar para desarticular a los criminales.

Se trata pues de uno de los llamados más fuertes emitidos por el nuevo mandatario estatal, pues va más allá de un simple anuncio de acciones emanadas desde el Estado. Se trató a todas luces de una convocatoria abierta a la participación social para sumarse a la lucha por la pacificación de Chiapas. Esta vez, junto a las fuerzas de seguridad estatal.

“Puedo entenderlo, porque antes los mandos de las policías estatales estaban al servicio de la delincuencia. Pero eso ya se acabó. Vamos a ir al rescate de esos pueblos, y llegaremos para tomar control de las cabeceras, habrá momentos y horas difíciles, hay riesgo para nosotros, pero les aseguro que hay más riesgo para ellos porque a nosotros nos asiste la ley y la razón histórica”, dijo Ramírez.

La convocatoria vino acompañada del anuncio de una inminente intervención de las fuerzas de seguridad a los municipios más conflictivos de la Frailesca, Frontera y Sierra de la entidad, donde los reclamos de combate al crimen organizado han sido más intensos. Y ojalá así sea. 

Esas tres regiones de Chiapas han sido las más lastimadas durante los últimos años por el avance del crimen organizado, que lamentablemente las autoridades dejaron crecer desproporcionadamente. Por eso el asunto no parece nada sencillo, y el llamado trajo consigo un exhorto a la participación social activa en los esfuerzos por la pacificación de Chiapas.

Lo cierto es que tantos años de abandono, omisiones e indiferencia requerirán de mucho más de 15 días para cumplir con el prometido retorno del Estado de Derecho, que tanto anhelan las y los chiapanecos. Sobre todo, en un contexto lleno de comunidades y cabeceras municipales enteras secuestradas por el amague de los grupos criminales.

Por eso, si bien al nuevo gobernador chiapaneco se le ha visto también involucrado en asuntos de promoción cultural, fomento económico y materia educativa, será importante que no pierda de vista la estrategia como seguridad como eje prioritario de su gobierno hasta el restablecimiento de la paz y la seguridad en donde más se requiere.

Eduardo Ramírez ha decidido iniciar su administración con posiciones duras y acciones de seguridad sin reservas contra la delincuencia organizada, que al final han sido bien recibidas por la población de Chiapas, luego de más de un sexenio entero lleno de silencio, complicidad y anarquía que llevaron a la entidad a un estado de orfandad gubernamental como la padecida hasta hace sólo dos semanas; esperando que las cosas finalmente cambien para bien… así las cosas.