RENÉ DELGADO / AGENCIA REFORMA
Ciudad de México.- El proceso de reforma que está obligado a iniciar tras la derrota del 1 de julio podría llevar al PRI a reconsiderar su identidad ideológica y a cambiar su nombre, aseguró la dirigente nacional del partido, Claudia Ruiz Massieu.
La líder priista, cuarta en el cargo desde 2015, se manifestó a favor de que el partido que se autoproclamó heredero de las causas revolucionarias, se acerque a la socialdemocracia.
Ruiz Massieu habló de los errores que llevaron al PRI a la crisis por la que atraviesa, de la necesidad de llevar a cabo una limpia al interior del partido y del futuro de éste tras el rechazo ciudadano en las urnas.
—¿Cuál es esa realidad, sin eufemismos?
La realidad es que la ciudadanía nos mandó un mensaje: este partido, este proyecto que ustedes propusieron, con estas formas, con estas actitudes no nos convence, así no.
—¿Este partido o este Gobierno?
Yo creo que votaron por el partido, votaron por la propuesta que nosotros hicimos como partido.
—¿Le pedirías cuentas al Presidente Enrique Peña, al candidato José Antonio Meade, al ex dirigente Enrique Ochoa?
Todos los priistas tenemos y tuvimos una responsabilidad en el resultado del proceso electoral, y cada uno de nosotros debe ser parte de esa reflexión y autocrítica, y ponerla en la mesa para poder construir un futuro diferente e ir recuperando confianza.
—¿Ya tienes tu propio balance?
Una primera reflexión es que el resultado electoral no tiene que ver nada más con este proceso electoral sino con una realidad, y es que llevamos algunas elecciones perdiendo competitividad y perdiendo cercanía y confianza de la ciudadanía por actitudes, por propuestas que hemos hecho que no han razonado con la gente, o en muchas ocasiones por lo que no hemos hecho o no hemos hecho con oportunidad, nos ha ido alejando de la ciudadanía.
—¿Tú estás por un borrón y cuenta nueva?
Yo estoy por una reforma profunda del partido, que tiene que partir de una reflexión, sí, pero también de la construcción de una visión de futuro.
—Una reforma profunda del partido, ¿qué es, de manera concreta?
Yo creo que primero entraña discutir todo, todo lo que queramos discutir, no es sólo un cambio de nombre, o a lo mejor sí, pero es más que eso, es qué queremos representar, cuáles son las causas, qué mecanismos vamos a tener para seguir siendo un partido donde la militancia sienta que puede hacer una carrera y ser parte de las decisiones es un todo, todo sobre la mesa.
—Candidatos simpatizantes.
A evaluar.
—Cláusulas de admisión.
Todos los partidos las tienen.
—Dices que todos los partidos las tienen; ustedes los quitaron.
No, me refiero a que todos los partidos representamos cosas y es, obviamente de suponer, que las personas que ingresan a nuestro partido, ingresan porque representan esos valores y esos principios, eso es lo que nosotros debemos hoy de vigilar, definir primero qué queremos proponerle a la gente, qué queremos representar, y hacer una valoración también de si los militantes que tenemos y los militantes que somos reflejamos esos valores y esos principios. De hecho por eso creamos la Comisión de Ética, por ejemplo.
—¿Hay que hacer una limpia en el partido?
Yo creo que hay que hacer más que una limpia, una autocrítica, y los que no quieran estar en el partido que se vayan del partido, y los que queremos quedarnos, que trabajemos en reformarlo.
—¿Nuevo nombre del PRI?
Puede ser
—¿Perdieron la oportunidad en el 2012?
Perdimos la oportunidad de escuchar mejor a la ciudadanía, y de comunicarles la visión de país que estábamos proponiendo y construyendo.
—Defíneme en un par de palabras en qué partido estás pensando.
Un partido incluyente, plural y autocrítico.
—Ustedes se decían nacionalistas revolucionarios, luego se decían liberales sociales, hay quienes se dicen socialdemócratas, ¿cuál es para ti esa definición?
El partido en el que yo pienso es un partido de centro izquierda, con un componente social muy fuerte, más cercano a la socialdemocracia.
—¿Dónde los candidatos surjan a partir de elecciones preliminares, primarias?
Donde los candidatos surjan de un consenso con la militancia, donde la militancia participe democráticamente en la elección de los candidatos y dirigentes.
—¿No te va a tocar enterrar al PRI?
No, de ninguna manera, me va a tocar sentar las bases para nuestra reforma y para nuestra transformación.