MARIO GUILLÉN, EL “DONALD TRUMP MEXICANO”

MARIO GUILLÉN, EL “DONALD TRUMP MEXICANO”

Walter Rincón Rovelo || Trascender Online Noticias

En este espacio abordamos el lenguaje florido, abundante en adjetivos indecorosos, propios de un matón de barrio. ¿De quién hablamos? De Mario Guillén, diputado local, quien hoy ocupa nada menos que la Junta de Coordinación Política del Congreso de Chiapas.

Repetir su escaso dominio del español a la hora de amenazar e intentar infundir miedo al reportero comiteco Juan Orel sería una pérdida de tiempo. Pues, como ya sabemos, nadie salió a desmentir que el legislador tiene una fijación peligrosa cuando lo hacen encabronar. ¿Quién iba a pensar que Mario Guillén sería un alfil importante del “humanismo que transforma”, cuando su carrera política es tan escasa como su tolerancia cuando le refriegan en la cara sus verdades?

Las mentadas de madre al reportero y las amenazas, por supuesto, adquieren vigencia en esta nueva ERA. Insisto, dejemos por ahora esta terrible escena de poder y, al mismo tiempo, de humillación en su máxima expresión.

Otra de Mario Guillén

Cuando andaba en campaña para presidente municipal de Comitán —por cierto, tierra que vio nacer a mi madre—, pasó de ser un candidato más a convertirse en una amenaza para el respeto transfronterizo.

Les cuento: a Mario Guillén, desde ese periodo de campaña, le clavaron el mote del “Donald Trump mexicano”. Y, ¿cómo no? Si se atrevió a decir en un acto de campaña, que “los delincuentes se vayan a Guatemala”, en total referencia a que todos los guatemaltecos eran unos delincuentes.

La frase ya quedó para la inmortalidad de un tipo xenofóbico, intolerante y abusivo como el mismo Donald Trump.

Por eso insisto en que su actitud retoma relevancia, más aún por el contexto actual en el que vivimos en el concierto internacional. Se me hace una burla que ahora Mario Guillén respalde a Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México. Como que no le queda a don Mario.

La página de noticias Guatevisión sirvió para que los guatemaltecos se le fueran a la yugular a Mario Guillén, cuando inmortalizó esa frase. Y no es para menos. En una sola oración , el ahora legislador reveló la fragilidad de los valores democráticos en la política chiapaneca.

Recientemente, el presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Luis Ignacio Avendaño se reunió con el embajador de Guatemala en México. Lo comento solo como dato adicional.

Esperemos que en los tres años de la presente legislatura local no haga otra “mariograciosada” a la que ya nos tiene acostumbrados.

Y es que, no es la primera vez que Mario Guillén da muestras de su prepotencia. Su carrera política está marcada por su desprecio a los principios de tolerancia y respeto. Queda claro que su forma de hacer política se basa en la violencia verbal y en el abuso de poder.

Si Chiapas aspira a un futuro humanista transformador y democrático, personajes como Mario Guillén deben ser señalados y cuestionados. No sabemos si su conducta de odio y violencia han quedado en el pasado o con la posición política que detenta pueda extralimitarse.

La política chiapaneca no necesita más matones de barrio disfrazados de legisladores.

Ah por cierto, en el Congreso hay un negocio redondo en la nómina del personal, pero eso es otra historia.

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