Vinicio Portela Hernández (Agencia 55)

Vinicio Portela Hernández (Agencia 55)

No cabe duda que ni el amor, ni el dinero, se pueden ocultar. Y es que el amor por el dinero que ha generado el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Jorge Luis Llaven Abarca, es tanto que ahora no sabe dónde ponerlo y ha decidido invertirlo en bienes raíces de alto costo económico.

Desde este espacio he señalado el alto grado de corrupción de esa institución de seguridad, los desvíos de recursos y cobro de cuotas, además de las propiedades que el Comisario Condorito se ha comprado sin que las autoridades prendan las luces de alerta ante una probable comisión de un delito.

Hace apenas unas semanas denuncié la inexplicable bonanzas del Secretario Llaven, ya que cuenta con una plaza comercial de más de 12 millones de pesos, ubicado en el norte oriente de la capital chiapaneca, en específico en el Bulevar Fidel Velázquez número 1115, a unos cuentos pasos de la Colonia Las Flores.

El funcionario no tiene empacho de lucirse con sus inmuebles, ya que este lo bautizó con el nombre de su hija “Valentina” reflejando un verdadero egocentrismo producto de su ignorancia.

Ahora se sabe que se construyó un salón de eventos en su natal Suchiapa y para no perder su costumbre a este le nombró JOLUVA, en alusión de su apelativo. Esta magna obra tiene un precio aproximado a los 25 millones de pesos, cuanta con un espacio techado para más de mil personas y un jardín con capacidad para otras 250, con un precio de ocho mil pesos de renta. Y para colmo en ese espacio, pero cuando era obra negra, repartía regalos y dádivas a ciudadano de Suchiapa con su Asociación Civil Súmate a una Nueva Era, donde existen evidencia gráfica de estas acciones.

De nuevo surge la pregunta: ¿de dónde saca tanta riqueza el Secretario Jorge Luis Llaven Abarca?, mientras que sus policías y personal administrativo denuncian cotidianamente actos de corrupción en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Esta fortuna del Comisario Condorito debe investigarse, porque desde su llegada a esa institución su situación económica subió abruptamente y para muestra estas dos propiedades que juntan cuestan más de 37 millones de pesos, una cantidad sospechosa para un funcionario público de Chiapas.