Carlos Araiza / Columna

El Sopapo / Carlos Araiza

*** Ya sacó las uñas “La Gata Voladora” de El Parral

Gallina que come huevo ni que le quemen el pico, reza un sabio adagio. Para lograr su objetivo de tener el poder municipal de El Parral  se arrimó al partido Morena. María del Carmen Castañeda Maza, exalcaldesa interina de Villacorzo, ya había intentado llegar a la presidencia municipal de su terruño, pero fracasó.

Gracias  a la coalición Morena – PVEM la ambiciosa mujer coronó su sueño. Ahora ya empoderada sacó el cobre para hacer y deshacer con el presupuesto de los parraleños.

Sin importarle que llegó de arrimada a Morena, Castañeda se ha ensañado con Tania Isabel Ramírez, la primera regidora morenista que ha pedido transparencia en el manejo de la cuenta pública. 

“En Chiapas, la mayoría de los alcaldes quieren tener a las regidoras y síndicas municipales únicamente levantando la mano y firmando todo aquello que les piden sin cuestionar el destino de los recursos públicos que manejan de forma discrecional”, señaló en días pasados Ramírez.

La también activista social ha interpuesto al menos 42 juicios ante el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas para la protección de sus derechos políticos en contra de Castañeda, del síndico Municipal, Alfonso Ruiz Velázquez y del secretario Municipal, Abraham Castillejos Matus. 

El citado trío infernal ha hecho la vida de cuadritos a la primera regidora para doblegarla en el Cabildo y deje de exigir cuentas claras en el manejo de los recursos públicos.

Mientras le llueven los juicios por parte de Ramírez y varias calles de la cabecera municipal están para llorar, Castañeda paga publicidad en revistas donde ella aparece bien maquillada luciendo ropa cara y ponderando su gobierno. No se avizora un final feliz al terminó de su administración. En el pecado llevarán la penitencia los parraleños.

El apodo… 

Todo comenzó días antes de concluir su periodo como alcaldesa sustituta de Villacorzo, en el 2012. El Parral recientemente era municipio libre luego de pertenecer a Villacorzo.  

La residencia que rentaba Castañeda está ubicada a media cuadra de la alcaldía y es propiedad del expresidente municipal de Villacorzo y exdiputado local, Julio César Zuarth López. 

Cerca de 150 trabajadores del ayuntamiento, a quienes se les debía la segunda quincena de septiembre y el pago proporcional del aguinaldo, se plantaron de manera indefinida frente al domicilio de la alcaldesa para exigir la liquidación correspondiente.

Poco después, se unieron al movimiento contratistas y proveedores que también no les había pagado por las obras terminadas e inauguradas y por los servicios prestados.

Un grupo de policías municipales pretendió volcar una patrulla de la corporación en protesta, pero la iniciativa fue impedida por el director, Miguel Ángel Zuart Corzo.

Un camión de basura fue atravesado en una esquina para proteger a los plantonistas. 

En el interior de la vivienda se encontraban, aparte de Castañeda, el secretario Municipal, Rigoberto Ramírez Domínguez; el director de Obras Públicas, Francisco Javier Tamayo Fonseca y varios regidores.

Los burócratas exigían el pago en efectivo y rechazaron la oferta de Castañeda de liquidarles con cheques porque existía el temor de que estos “rebotaran”. 

Ante la falta de acuerdos, Castañeda y varios de sus colaboradores caminaron sigilosamente por azoteas y brincaron bardas de casas aledañas con la intención de huir, sin embargo la acción fue descubierta por los disidentes, quienes obligaron a regresar a los frustrados fugitivos.  Por esa intentona a Castañeda le aplicaron el mote de “La Gata Voladora”. 

Comerciantes aglutinados en la Cámara Nacional de Comercio de Villaflores informaron en esa ocasión que el ayuntamiento arrastraba con ellos una deuda desde 2011 cercana a los 8 millones de pesos. 

Por su parte, contratistas que realizaron obras en el municipio durante el 2012, mismas que ya estaban concluidas e inauguradas por la propia alcaldesa, informaron que el ayuntamiento tenía con ellos una deuda aproximada de 7 millones de pesos.

 ¿Se repetirá la historia?