Carlos Araiza || Columna

El Sopapo || Carlos Araiza

*** Los mariachis callaron en El Parral 

Galán celebraba Elvira del Carmen Castañeda Maza, alias La Gata Voladora, su designación como candidata de Morena a la alcaldía para buscar la reelección, pero se le olvidaba a la soberbia y ambiciosa mujer que arrastraba denuncias por violencia política en razón de género en agravio de un par de regidoras.

Tronaban las carrilleras de “triquis” y el mariachi cantaba El Rey cuando a doña Elvirita le llegó la noticia de que el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEE) la había inhabilitado por cinco años para ocupar cargos públicos, sentencia expuesta en sesión del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC).  

Dicen que se volvió loca, mentó madres, se le escurrió el rímel por el llanto y no le importó manchar la blusa de marca fifí que portaba.

Y es que Tania Elizabeth Ramírez Alfaro, regidora con licencia y Modesta Narcía Juárez, regidora plurinominal del Partido Chiapas Unido (PCHU), habían denunciado a La Gata Voladora por violencia política en razón de género durante su papel de alcaldesa. 

Sintiéndose protegida y empoderada tía Elvira nunca imaginó que fructificaran las denuncias.

Dicen que dejó las penas para otra ocasión y de inmediato puso en marcha un plan B  para continuar saqueando las arcas municipales.

Nuestras fuentes comentan que se barajan dos nombres para sustituirla porque  no hay tiempo para impugnaciones: Nadia Ruth Tipacamú Ramírez, expresidenta concejal y Arline Ríos Alegría, esposa del síndico con licencia, Alfonso Ruiz Velázquez, marioneta de  La Gata Voladora.

Veremos qué pasa, dijo un ciego.