Impunidad

Enrique Buenrostro

Un golpe de salud, el hecho de casi perder la vida por el cáncer, obligó a Gustavo Flores Alfaro a ser un fantoche pseudo empresario y estafador a no tener ni un poco de escrúpulos para defraudar a más de una centena de víctimas.

A este gañan le llevó más de una década crear y hacer crecer la organización criminal mejor conocida como el “Cartel Inmobiliario en Chiapas”.

Posee el conocimiento y control absoluto no solo de las empresas fantasmas y fraudes cometidos contra la sociedad chiapaneca; con sus sobornos y tráfico de influencias, que se ufanaba tener, logró apoderarse de la Fiscalía, del poder Judicial y tener línea directa con la Secretaría de Gobierno de Chiapas.

Gustavo Flores predica que los valores son transmitidos por los padres, y que estos deben ser tomados en cuenta, sin embargo, que tipo de valores puede tener este sujeto que se enriquece con la ingenuidad y la buena voluntad de sus víctimas.

“Prepárate bien con valores, con tu familia, no menosprecies; y los papás a los hijos, no menosprecies la formación que les tienes que dar a ellos y los hijos el valorarlo (la cruz), porque eso en algún momento de tu vida te va a servir”.

Los criminales siempre tienen un motivo para delinquir, muy probablemente el de este estafador, sea el de asegurar el patrimonio de sus hijas Abril y Primavera Flores Zatarain y el de su pareja Claudia Magaña.

A su hija Primavera la convirtió en socia de la empresa “Grupo Industrial Tu Casa en el Sureste” y del “Grupo de Negocios Inmobiliarios del Sureste” empresas que tienen el mismo tenor defraudador, y que a lacerado la economía de cientos de familias.

Flores Alfaro se jacta de tener la fuerza mental y actitud para sobre llevar dificultades; situaciones que le ha dado ser un caradura sin escrúpulos que busca vencer a las autoridades y la justicia como venció su enfermedad.

“En mi caso, yo siempre digo que soy un milagro andante, un milagro de la biotecnología, un milagro de toda la ciencia, y claro que la fe y dios juega su parte, eso es lo principal; pero, así como yo pudiera decir que sin la medicina huera podido librarla, no sabría responder eso”.

Su avaricia es más grande que la vergüenza ante su hermana Leticia Flores y ni hablar del ya pisoteado compromiso moral con su sobrina Viviana Zuarth, la cual se encuentra encerrada en El Canelo desde el pasado 02 de mayo, gran parte de ello por su culpa.

Gustavo Adolfo Flores Alfaro, habla de trascender en la vida y ser parte de un desarrollo social, el cual en acción; ha hecho todo lo contrario, timando a personas que realmente veían una oportunidad de venta o compra de inmuebles, este canalla vocifera cosas que solo en su mente loca hace.

“Yo creo que lo que me falta es trascender un poco más, trascender un poco más; yo quiero ayudar mucho a todo este tipo de personas que están enfermas y todo eso, seguir escribiendo, quiero seguir participando, creo que el desarrollo social es algo a lo que a mí me mueve mucho, sobre todo porque estamos en Chiapas”.

Es un interesante objetivo para alguien que tiene a su propia madre sin su nieta (Viviana), para alguien que es capaz de tener a una madre sin sus hijos, a una sobrina con marcapasos en la cárcel, a cientos de familias sin paz incluyendo la propia, a cambio de unos millones de pesos para su beneficio personal.