Juan Carlos Cal y Mayor || Columna

A ESTRIBOR || Juan Carlos Cal y Mayor 

*** Empezamos mal

No sorprende para nada el resultado de la encuesta de Morena para llevar al paredón al poder judicial, era de esperarse. Sobre todo, en plena euforia triunfal donde dirán que sí a todo lo que les pidan. Así decidieron hace 6 años cancelar la construcción del Aeropuerto de Texcoco. La turbamulta reacciona como las pirañas a un cebo, lo saben bien los demagogos y populistas. Como si fuera el diablillo de Derbez, Amlo le dice al oído a Claudia que era el momento de hacerlo. Nada de llamar a los académicos, las universidades o las barras de abogados. El pueblo dirá que sí a todo. Así guillotinaron a María Luisa en la revolución francesa, así prefirieron liberar a Barrabás y condenar a Cristo al crucifijo. Lo saben muy bien sus domadores.

POPULISMO

Es la nueva forma de hacer política que corroe a las democracias liberales y está talando los cimientos del mundo occidental. Es como el juego de serpientes y escaleras donde uno avanza 2 y cae 10. Contraviene el optimismo que suponían quienes pensaban que “la científica” sería mesurada y prudente. Que sería cuidadosa con el manejo de la economía y enviaría señales de certidumbre jurídica a los inversionistas.

MESURADA

Claudia fue una chica DE origen judío que bailaba Ballet por las tardes e iba al colegio muy bien portada, aunque sus padres participaban activamente en los círculos de la izquierda mexicana durante la década de 1960, en protestas, movimientos obreros y revueltas estudiantiles. Con el tiempo ella también se incorporó a los movimientos de protesta estudiantiles. Sin embargo su desempeño como funcionaria ha sido mesurado. Eso sí, impulsó algunas políticas “progres” desde la educación escolar primaria sobre diversidad sexual.

EN EL CADALZO

El pueblo y sabio, ese que nunca se equivoca y si se equivoca vuelve a mandar (eso no falla), ya decidieron que van dar sepultura al único contrapeso que pudiera tener cualquier decisión de alguna autoridad o del ejecutivo como eso de andar parando la obra del tren Maya donde no se iba a tirar un solo árbol pero se tiraron millones. El poder judicial está en el cadalso. México será el segundo país del mundo, después de Bolivia, donde el pueblo elija a los jueces y magistrados por votación.

EVO MORALES

No es mera casualidad. Quien impulsó esta iniciativa en aquel país fue Evo Morales, quien en plena efervescencia de su popularidad, necesitaba eliminar cualquier obstáculo a su pretensión de reelegirse como presidente prohibida por la constitución boliviana. Tenía el control del congreso pero no del poder judicial. Una vez dado el paso, se terminó reeligiendo 3 veces, pero no fue el único propósito. Hizo y deshizo lo que le vino en gana. Creó una nueva asamblea constituyente para controlarla y desde ahí imponer a voluntad sus deseos. Que no se olvide que por aquí anduvo la noche del dos de junio y fue el primero en aparecer felicitando a la Dra. Sheinbaum. En política no hay casualidades…

FRACASO

El periodista boliviano Rafael Anchondo recién analizó con Leo Zuckerman la experiencia de reformar al poder judicial para elegir a los jueces. En Bolivia ya hubo dos elecciones y ahora una tercera está paralizada por una crisis política y legal. En su opinión el proceso ha sido un fracaso. Los jueces no han sido más honestos sino por el contrario se han puesto al partido del poder en turno. El tráfico de influencias está a todo lo que da. Ya no es el mérito sino la obediencia lo que mantiene a los jueces en sus cargos. Aunado a ello, el nivel de participación en la “elección” fue mínimo. Se presentó un enorme abstencionismo. El pueblo no sabía por quién votar, lo hicieron a ciegas. El filtro fue la mayoría del MAS (Movimiento al Socialismo) el partido de Evo Morales en el poder.

POLITIZADOS

Lo curioso es que al cambio de gobierno, con la salida de Evo Morales derivada de una muy cuestionable elección que provocó que el Congreso nombrara una presidenta provisional, los jueces se pusieron a la orden del poder en turno, después a la salida de esa presidenta y con la llegada de un nuevo presidente electo, los jueces volvieron a cambiar de bando y la ex presidenta terminó en la cárcel por una burda maniobra penal en su contra. Al día de hoy, el poder judicial de ese país está en el limbo. Evó Morales intenta volver a ser candidato a la presidencia (por quinta vez) y se confronta por el control del partido con el actual presidente, Luis Arce. Se trata de un poder judicial politizado, ocupado más en los menesteres de la política que en su tarea de administrar justicia. Y ahora resulta que es ese el único referente para la reforma al poder judicial en México.

MALA SEÑAL

Al paso que vamos, se acabará destruyendo la confiabilidad y por ende la certidumbre en los órganos de control legal y constitucional. Con ello minarán también la confianza en los inversionistas y las consecuencias para México pueden ser nefastas. El pueblo bueno y sabio tendrá menos oportunidades de empleo. La moneda perderá su valor. El Tratado de Libre Comercio con Norteamérica entrará en zona de peligro si a eso agregamos un eventual mandato de Trump que tiene todas la posibilidades de llegar al poder y ya sabemos que no quiere a México ni a los mexicanos. Es una mala señal para México que Claudia Sheinbaum se inaugure dinamitando al poder judicial. Quienes creemos que sería más sensata en el ejercicio del poder, tenemos ahora elementos para dudar…