Tierra sin ley

Los párrocos de Pantelhó y Chenalhó, en el estado de Chiapas, han expresado sospechas de complicidad entre las autoridades y las bandas criminales. Estas bandas han dejado a las familias chiapanecas sin tierra, sin hogar y sin paz.

A través de un comunicado, los párrocos manifestaron su indignación por la falta de gobernabilidad en el estado. También criticaron la minimización de la violencia por parte del mandatario federal y cuestionaron quién está realmente a cargo de la lucha contra el crimen organizado en la región

Destacaron que cada día, los criminales se hacen más fuertes en presencia de los militares y de la Guardia Nacional.

¿Están protegidos por ellos?, porque en los encargados de nuestra seguridad estatal y municipal existe la sospecha de su complicidad con dichos criminales”, acusaron.

Mediante un documento firmado por el consejo Parroquial de Santa Catarina y San pedro Apóstol, “manifestamos nuestra preocupación por la violencia sin control, mostrada en bloqueos, disparos continuos, enfrentamientos, que han provocado el desplazamiento de comunidades y la muerte de personas inocentes”.

Los párrocos indicaron que aquellos que se disputan la plaza, si les gustan los campos, se los roban. Se apoderan de la casa y de su dueño, de un hombre y de su propiedad, violando todos sus derechos.

En los conflictos actuales, explicaron, “han dejado familias sin tierra, sin casa y sin paz, porque han tenido que abandonar sus comunidades, unas para no aliarse, otros para no venderse, otras para no sumar más asesinos y asesinatos, y todas para proteger su vida”.

Por ello, los párrocos llamaron a los gobiernos federal, estatal y municipal, que están a tiempo de no mancharse con más desplazados buscando refugio en otro país.

En el documento, firmado por los párrocos Enrique Sánchez Díaz de La Parroquia San Pedro Apóstol y de la Iglesia Santa Catarina Víctor Manuel Pérez Pérez, exigen respeto y defensa de los derechos económicos, sociales y culturales de las comunidades que sufren la invasión del crimen organizado.

Asimismo, la aplicación del Estado de derecho, que garantice la seguridad y la paz de ambos pueblos. Atención a las necesidades de las familias desplazadas, y retorno a sus respectivas comunidades. Respeto a las autoridades elegidas por ambos pueblos.

En las comunidades de Chenalhó que colindan con la demarcación de Pantelhó, sus habitantes sufren constantes ataques armados por los supuestos integrantes de la banda de los llamados Herreras, quienes se disputan el control político con el Grupo El Machete, en el municipio de Pantelhó.

Sin embargo, los llamados Herreras acusan a los habitantes de las comunidades Tzanembolom, El Carmen, La esperanza y Canolal, entre otras, de formar parte de los llamados El Machete. A la fecha se han desplazados alrededor de 800 personas en Chenalhó ante el asedio de los llamados Herreras.

Con información de Excélsior