Narcoterror en Chiapas

José Ortega

El obispo de San Cristóbal de Las Casas y administrador apostólico de Tuxtla Gutiérrez, monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, dio a conocer su postura sobre la situación en la frontera de Chiapas con Guatemala.

“Quiero iniciar este mensaje expresando mi solidaridad y la de la Arquidiócesis de Tuxtla con todas las familias que se han visto violentadas por los acontecimientos recientes, particularmente en las regiones Sierra y Frontera, las cuales atraviesan una disputa territorial entre grupos del crimen organizado que ha generado múltiples enfrentamientos, bloqueos, asesinatos y desplazados…”, expresó.

Mensaje

Manifestó que esta situación les duele y cuestiona enérgicamente que “frente a este gran sufrimiento, las autoridades guardan silencio…”

Por aparte, la diócesis de Tapachula hizo público un comunicado donde, en voz del obispo Jaime Calderón, puntualiza la evolución de estos actos delictivos y grandes lesiones a la dignidad humana que se está generalizando en el estado”.

Pidió a los fieles laicos y a todas las personas de buena voluntad orar con insistencia para que la paz y la seguridad puedan volver a nuestra tierra.

Tercer Trienio Jubilar

“Por otra parte, el pasado 25 de julio iniciamos, en la Arquidiócesis de Tuxtla, el tercer año del Trienio Jubilar que nos está preparando para la celebración de los 60 años de la erección canónica de la diócesis; este año está centrado en el don de la Eucaristía, en la virtud de la caridad y en la misión. Durante este ciclo que va de julio 2024 a julio de 2025, habrá una serie de actividades que nos ayudarán a profundizar estos ejes temáticos, de tal manera que lleguemos a la celebración como una Iglesia cada vez más agradecida y comprometida con el proyecto de amor de Jesucristo.

También citó que el domingo 28 de julio se está celebrando en la Iglesia católica la IV Jornada Mundial de los Abuelos y los Adultos Mayores, que el papa Francisco instituyó en el 2021, con la esperanza de que ella “nos ayude a crecer en el afecto por nuestros abuelos y a descubrirlos como maestros de ternura, guardianes de nuestras raíces y dispensadores de sabiduría”.

Este año el lema es: “En la vejez no me abandones”, tomado del Salmo 71:9. En el mensaje que el papa nos dirige este año nos recuerda que la Sagrada Escritura es una narración del amor fiel del Señor, del que emerge una certeza consoladora: Dios sigue mostrándonos su misericordia, siempre, en cada etapa de la vida, y en cualquier condición en la que nos encontremos, incluso en nuestras traiciones. “Por tanto, podemos tener la certeza de que también estará cerca de nosotros durante la ancianidad, tanto más porque en la Biblia envejecer es signo de bendición”.